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09 APR 2014 - 09:24 | Política

El plan Scioli 2015 en la región

Entre las duras paritarias y los problemas de inseguridad, el Gobernador continúa tejiendo su candidatura presidencial. Nombres de su equipo. Cómo se arma en la región y en todo el país.


Por Mario Caruso
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“Habrá quilombo, pero confío en que se terminará arreglando”. En la intimidad, un importante ministro del gobierno bonaerense imaginó de esta manera, en febrero, cómo se desarrollarían las entonces inminentes negociaciones con las paritarias docentes. La frase, lanzada con tranquilidad y seguridad, fue dicha de la misma manera de como se arma la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Fue el primer dirigente que blanqueó su intención de suceder en 2015 a Cristina Fernández de Kirchner en el caso de que la mandataria no lograra la posibilidad de ir por otra reelección. Esa única declaración fue a la tapa de los influyentes dominicales de Clarín y de La Nación en mayo de 2012. Desde entonces, comenzó a transitar los caminos de la política como un equilibrista: entre la gestión en la provincia más grande y complicada del país y su proyecto presidencial.

En el último verano fue uno de los precandidatos que invirtió en publicidad. No fue el único. A excepción del Frente Progresista, todos las vertientes que tienen posibilidades reales de acceder a la presidencia de la Nación lo hicieron: Mauricio Macri, Sergio Massa y las diversas propuestas dentro del kirchnerismo. Desde diciembre, el Gobernador aceleró una serie de reuniones (fotos incluidas, claro) que lo muestran juntando “apoyo” (tácito, en algunos casos) a su proyecto. Así, ha conseguido la foto y algo más con gobernadores de importantes distritos, bien diversos: Córdoba, Mendoza, Salta, San Juan, La Rioja, Chubut, Misiones. Y seguirá sumando. Además, en febrero lideró un importante cónclave del PJ bonaerense en Santa Teresita, donde fue la estrella principal en una reunión que juntó a varios caciques.

Apuesta un pleno a ese perfil centrista y equilibrado. No dice que está “todo mal” ni dice que vivimos en el paraíso. “Los que siembran pesimismo, angustia e incertidumbre, los predicadores de escenarios apocalípticos, son imprudentes e irresponsables”, ha dicho en el último verano. “Hay que comprender en profundidad cómo se viene remontando el país. Se reconstruyó el tejido social, económico y productivo, seguramente hay nuevos desafíos. Cuando uno hace una casa no se empieza por el techo, sino por la base y las paredes. En la Argentina se está haciendo eso”, evaluó. “El Gobierno Nacional fijó prioridades: creó 5 millones de puestos de trabajo, abrió fábricas y se pagó a los jubilados y los chicos. Con la inflación se trabaja en aumentar la oferta con créditos, no enfriando el mercado interno y subiendo las tasas de interés. Eso sería perder empleos”, cerró. Estas frases lo pintan.

Mantiene buena relación con los líderes del campo, ha tenido reuniones con la cúpula eclesiástica y tiene a la seguridad como uno de sus principales caballitos de batalla de sus discursos, más allá de que en los hechos la problemática diste de apaciguarse. En cuanto a la política económica, recibe el asesoramiento del reconocido economista Mario Blejer, que fuera titular del Banco Central en la presidencia de Eduardo Duhalde y que suele tener miradas constructivas de la marcha de la economía nacional. En cuanto a las políticas sociales, siempre ha estado cerca de Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980. Tiene un equipo de comunicación de primer nivel, que es la envidia de varios políticos. En los albores de 2014 sumó a ellos al ex secretario de Medios del menemismo, el marplatense Guillermo Seita. Además, desde hace ya varios meses su hermano, José “Pepe” Scioli, dejó el espacio de Francisco De Narváez para recorrer el país sumando adhesiones para el plan “Scioli 2015”. En algunos casos lo hace acompañado de su cuñada, Karina Rabollini.

EL ENEMIGO INTERNO
Para las primarias, desde el sciolismo ven con buenos ojos un cambio en la ley: que el 2º de la interna pase a ser el vice de quien resultó 1º. Por eso es que pretende que el Frente para la Victoria lleve a cabo unas primarias fuertes, con muchos candidatos. La participación de varios nombres provocaría muchos votos para el sector y potenciaría el espacio para las generales de octubre de 2015. La apuesta es eludir el ballotage. Hoy las encuestas marcan un escenario de segunda vuelta entre Scioli y Sergio Massa, con Mauricio Macri algo desdibujado y el Frente Progresista en una expectante tercera posición. Falta mucho. Para 2015, dentro del FpV tienen intenciones presidencialistas el gobernador Sergio Urribarri, Florencio Randazzo, Jorge Capitanich y Julián Domínguez, al menos. El entrerriano es quien más ha atacado a Scioli, aspirando a posicionarse como su contracara. Domínguez podría pelear la gobernación bonaerense. Randazzo juega su carta con la gestión mientras que Capitanich no descarta como una segunda opción ir por la vicepresidencia.

JUEGAN EN SU EQUIPO
El intendente de La Costa, Juan Pablo De Jesús, es el jefe comunal de la región que ahora aparece más cercano del Gobernador. El jefe comunal y Diego Bossio, titular del ANSES, trabajan juntos para intentar que alguno de los dos (o los dos...) puedan dar un salto político en 2015. No obstante, otros intendentes de la zona que mantienen buena relación con el sciolismo son Marcelo Racciatti (Lezama), Juan Carlos Veramendi (General Paz), Gustavo Walker (Pila), Gustavo Pulti (General Pueyrredón), Jorge Rodríguez Erneta (Villa Gesell), Héctor Olivera (Tordillo) y Alberto Gelené (Las Flores). Pero es tiempo en el que son pocos los intendentes que ya apuestan por un presidenciable de los muchos que rondan el FpV. En política no aconsejan poner todos los huevos en una sola canasta.