"Es necesaria una revolución educativa”

Facundo Manes es un neurólogo y neurocientífico argentino, fundador del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y rector de la Universidad Favaloro. Tras liderar el equipo médico que operó a Cristina Fernández de Kirchner, ganó fama con su discurso y Planeta le publicó su libro: “Usar el cerebro”, en el que ahonda acerca del complejo universo del cerebro humano.

También incurre en la política nacional, tentado por distintas fuerzas para participar de manera directa en las próximas elecciones.

“Tengo dos pasiones: el estudio científico del cerebro en Argentina... Y la Argentina”, sentencia en su casa, a donde invitó a conversar a ENTRELÍNEAS.INFO. “Siento que estoy ayudando desde el rectorado de la Universidad de Favaloro, desde la presidencia de la Fundación INECO, desde mis columnas en los diarios, recorriendo el país, transmitiendo el mensaje de que la Argentina tiene que tomar el camino de largo plazo, resolver los problemas urgentes que tenemos, como la desnutrición infantil, la baja calidad educativa y la pobreza, que para mí es el principal problema nacional y no se soluciona con el crecimiento económico”, añade el neurólogo nacido en Salto.

 

-Se resuelven con educación. Hay que hacer una revolución educativa. Y yo estoy luchando por transmitir

el mensaje de que el nuevo paradigma del mundo es el conocimiento. Tenemos que tener un país inclusivo, con respeto a las instituciones, republicano. Cualquier fuerza política que represente esto me tendrá colaborando.

 

-Hoy, no. Tengo el privilegio de tener un lugar en la sociedad donde mi discurso se escucha tanto en universidades como en gremios, pueblitos, teatros o ambientes académicos. Creo que puedo contribuir desde ahí a mejorar el pensamiento que necesita la Argentina. Me siento muy contento en esta parte, pero también creo –te confieso– que si en algún momento yo puedo ser útil a un espacio para ser candidato, lo pensaría.

 

-¿Qué proyecto es el que más lo representa?
 

-Creo que la Argentina tiene que dejar de tener proyectos narcisísticos y personales para empezar a tener proyectos políticos. Veo en UNEN una posibilidad de que haya un candidato. Es un espacio en construcción y por eso tiene dificultades, pero se puede armar un proyecto de un país basado en el conocimiento y estoy en él. Estoy en UNEN ayudando a que este espacio seduzca a la sociedad, lo veo como un gran sector, bien pensado, pero tiene las dificultades de todo frente amplio y heterogéneo.

 

 

-Creo que la ciencia es una metáfora que para esta sociedad puede ser útil. En la ciencia nosotros trabajamos en equipo, el conocimiento no se genera aisladamente, también revisamos el pasado. Aunque no nos guste el científico que estuvo antes, si hizo algo bueno lo tomamos. Y si hizo algo malo, también, para no hacerlo. Pero no evitamos el pasado. También conseguimos fondos para implementar nuestra idea novedosa. Somos ejecutivos: hacemos el experimento, después lo publicamos y lo exponemos a las críticas.

En este sentido es que creo que la metáfora de la ciencia contada de manera atractiva es muy seductora para un joven argentino que descree de las promesas y las ambigüedades, pero también quiero pensar que no es Facundo  Manes el que atrae, sino lo que represento. Y yo siento que represento el ascenso social por la educación pública.

 

Educación, el tema
 

Manes destaca que “la educación en general en Argentina está en un declive desde hace décadas”, pese a que “este gobierno ha puesto mucha plata en educación pero el problema es la calidad”. Desde su punto de vista, hay que iniciar “una revolución”, que pasa por la relación docente-alumno. “El docente tiene que inspirar, motivar y ser ejemplo”, dice. “Hay que inspirar mucho al docente para que vuelva a ser modelo para los chicos. Si no, no van a aprender”, añade.

 

 

Según Manes, la clave de un proyecto político hoy, es “que pueda tomar la esencia de la Generación del ‘80”, sostiene, y destaca al grupo de dirigentes políticos e intelectuales argentinos que lideraron el país durante 25 años, a partir de 1880. “Uno puede criticarles muchas cosas, pero pensaron un país a largo plazo. Ahora estamos en una posición para tener una generación de gente que piense a largo plazo”, completa el científico.