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25 JAN 2016 - 08:22 | Sociedad

Detuvieron a la mujer del abogado asesinado

El abogado costero Miguel Ángel Gómez había sido torturado y asesinado en noviembre. En la vivienda que compartía con su mujer encontraron rastros de sangre y más pruebas. Detalles.


Mucho se especuló en relación al homicidio del abogado costero Miguel Ángel Gómez, de 66 años, en noviembre pasado. Es que al integrante del Colegio de Abogados de Dolores lo mataron con saña. Una de las pocas cuestiones que se daban por ciertas era que en la noche del 15 de noviembre pasado el profesional había salido de su casa de City Bell con rumbo desconocidos, pero los investigadores no estaban tan seguros de eso.
 
Trabajaron sobre esa duda. Y así detuvieron a quien era la actual mujer de Gómez, una vez que los peritos confirmaron el hallazgo de sangre lavada en las paredes, el piso y las almohadas de la casa y establecieron que el teléfono del abogado nunca se movió de allí, informaron fuentes oficiales. Marina Paola Irala, de 39 años, fue detenida en la casa de sus padres, en la localidad de El Jagüel (partido bonaerense de Esteban Echevarría).
 
La hipótesis más fuerte es que la mujer mató al abogado después de reducirlo y torturarlo en la vivienda que compartían con la hija de ambos, de 2 años. Que además cargó el cuerpo en el auto de Gómez y lo abandonó en un camino de tierra. También se presume que nada de esto pudo hacerlo sola.
 
El cuerpo de Gómez fue encontrado a las 8 de la mañana del 16 de noviembre, después de que alguien llamó al 911 para avisar que un auto VW Gol blanco estorbaba la circulación. Por la multiplicidad de lesiones la autopsia no pudo identificar la causa exacta de la muerte, pero sí detectó que, antes de que se produjera, la víctima fue torturada y quemado con agua hirviendo, estando desnuda. Los peritos concluyeron, además, que era poco probable que eso hubiera pasado en el sitio del hallazgo.
 
Allegados a la causa comentaron que la mujer tenía actitudes “sospechosas”, porque “se contradecía en sus dichos y se veía nerviosa ante cada entrevista de la Policía, más por la diligencia que por la pérdida de su marido”. La pesquisa se enfocó directamente en ella cuando familiares de Gómez reconocieron las corbatas con las que estaba atado y el cubrecamas con que envolvieron el cuerpo: “Eran de la casa del abogado”, completó un pesquisa.
 
Si Gómez salió de su domicilio de 464 y 16 antes de que lo mataran, ¿cómo accedieron los asesinos a esos elementos? Entonces se ordenó vigilancias y seguimientos encubiertos a Irala, en los que los detectives advirtieron que a la mujer la visitaban hombres que “aparentaban ser más que simples conocidos”.
 
Dos días después del hallazgo del cuerpo los hijos de la víctima fueron a su casa de City Bell para retirar documentación que necesitaban para el sepelio y notaron que en el dormitorio principal habían movido los muebles. También les llamó la atención unas pequeñas manchas rojizas en el piso y signos de que había sido lavado con un producto “potente”, agregó el diario El Día.
 
Con este dato, la fiscalía pidió allanar la propiedad y realizar un peritaje de luminol, que no sólo confirmó que los rastros que vieron los hijos eran de sangre, si no que encontró manchas más grandes en la pared. Al igual que las otras, habían sido lavadas.