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22 JUN 2016 - 17:37 | Sociedad

Perpetua por el femicidio de Sandra

Hoy se conoció la sentencia por el asesinato de Sandra Demare. La Justicia condenó a Víctor Raúl Fernández, su ex pareja, a prisión perpetua. Los detalles del caso.


El Tribunal Oral nº 1 condenó a Víctor Raúl Fernández a prisión perpetua por el asesinato de Sandra Demare, su ex mujer, un hecho registrado en esta ciudad el 25 de noviembre de 2013.

Los jueces Claudia Castro, Carlos Colombo y Fernanda Hachman sostuvieron la calificación pedida por el fiscal Gustavo García de “homicidio por agravado por violencia de género y por ser contra su ex pareja”, junto con “portación ilegal de arma de guerra, desobediencia, amenazas, abuso de armas y resistencia a la autoridad en concurso real”.

El voto de la fiscal Claudia Castro sostuvo que Sandra Demare había sido víctima de violencia física y psicológica por parte de su ex pareja, al igual que sus hijos menores. Fernández no se encontraba en la sala al momento de ser leída la sentencia.

Durante las jornadas se conocieron los testimonios de familiares, amigos y, incluso de su psicóloga, quienes pintaron un panorama en el que durante más de dos años vivieron tanto Sandra como sus dos hijos, Lisandro y Ramiro. Este estado de pánico la llevó a hacer una denuncia en la Comisaría de la Mujer 20 días antes de su trágico final. La justicia impuso una restricción de acercamiento que Fernández, estimó el fiscal, violó sistemáticamente hasta que, a las 00.40 del 25 de noviembre decidió matarla.

El día del homicidio, Fernández se descolgó del techo hacia el patio que comunicaba la casa de Sandra con su peluquería, armado con un fusil Máuser 765, un arma de caza de alto poder de fuego.

En la casa estaban una amiga, sus dos hijos y un tercer adolescente, amigo del mayor.  Fue la amiga la que llamó a la policía: dos efectivos policiales entraron a la casa, sacaron a los menores y, cuando se acercaron al patio donde se desarrollaba la escena de gritos y amenazas, recibieron un disparo que partió una reja y que, de no haber sido por ello, le hubiera costado la vida a alguien más.

Fernández literalmente la acribilló a Sandra –se encontraron en el lugar siete vainas servidas-  y luego salió a la calle, desde donde disparó nuevamente a la policía: el último disparo se trabó y pudo ser apresado.