Martes 23 de abril de 2024
09 OCT 2016 - 14:00 | Política

La intimidad del regreso de Randazzo

Es uno de los dirigentes peronistas que mejor imagen tiene en la sociedad. Está decidido a ser candidato en 2017, aunque enfrente tenga a CFK. Apuesta a unificar a buena parte del peronismo que no es kirchnerista.

Por Ariel Bandi

El 18 de junio de 2015 fue el peor día en la vida política de Florencio Randazzo. El entonces ministro del Interior y Transporte estaba en plena campaña previa a las PASO y por C5N salió al aire Daniel Scioli, en el horario central de las 20.00. El gobernador de la provincia de Buenos Aires encaró al notero y dijo con su estilo tranquilo: “Estuve con Carlos Zannini y puedo adelantarte que será mi candidato a vicepresidente”.
 
Baldazo de agua fría para el entorno del chivilcoyano que tuvo que digerir por TV el trago amargo de la jugada de Cristina Fernández de Kirchner. “Le pusieron de vice de Scioli al secretario Legal y Técnico, justo a él que tomaba café con Florencio, inflándolo para que vaya por todo y lo siga criticando a Scioli por el mal estado de la Provincia”, acusaron desde el interior del randazzismo, que conocen a su líder y sabían que no aceptaría “bajar” a Provincia. “No los respeta ni a Scioli, Massa y Macri y no va a aceptar”, adelantaron cuando lo llamó Cristina a Olivos, con la intención de ofrecerle la candidatura a la gobernación. 
 
“No puedo competir contra Zannini, es lo mismo que competir contra vos, Cristina. Y no voy a ser candidato a gobernador porque lo dije mil veces, no borro con el codo lo que escribo con la mano”, fueron sus palabras hacia la ex presidenta en lo que marcó un quiebre en la relación. Pero decirle que no a Cristina traería consecuencias y Florencio fue “freezado” por el resto de la campaña. Sectores ultra K lo acusaron de traidor y no formar parte del proyecto colectivo. En cambio, sectores “menos politizados” lo tomaron “como modelo”, por decirle que no a Cristina y por su gestión, que marcó un cambio de estilo con los DNI, pasaportes, Agencia Nacional de Seguridad Vial, y los trenes en su última etapa. Regreso al juego De buena relación con el peronismo, Randazzo bajó el perfil y luego de un descanso reparador en su casa de Valeria del Mar fue armando reuniones con dirigentes de peso en el PJ. En pleno verano se hizo tiempo para verse con el ex gobernador de Jujuy y presidente del Partido Justicialista, Eduardo Fellner, junto al gobernador de Formosa desde 1995, Gildo Insfrán, y el ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja. 
 
A sus reuniones con estos tres referentes justicialistas, para evaluar los movimientos de cara a 2017 se le sumaron diputados nacionales y legisladores provinciales que apoyan su relanzamiento con encuentros ocasionales en la capital de la Provincia donde Florencio es dueño de una cadena de gimnasios. Y ahora se sumaron intendentes, que se juntaron con el chivilcoyano para tratar las problemáticas de cada distrito y de la provincia en general. El Grupo Esmeralda (por la calle porteña donde tienen su búnker) se juntó con él. 
 
Así fue que esta semana el jefe comunal costero, Juan Pablo de Jesús, acompañó a sus pares Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar), en una cena arma- Por Ariel Bandi [email protected] da por el histórico randazzista Eduardo “Lalo” Di Rocco, quien se mantuvo en el directorio del Banco Provincia a pesar del cambio de gobierno a manos de María Eugenia Vidal. 
 
El dato del encuentro se hizo público este miércoles. Los intendentes se trajeron una buena impresión en cuanto a que consideran a Randazzo como un gran candidato pensando en las legislativas del año que viene. El ex ministro lo tiene decidido: decidió jugar en 2017, para volver a los primeros planos y buscar en 2019 lo que entiende como un ansiado premio: la presidencia, esa que le fue esquiva el año pasado sin siquiera llegar a poder competir. Desde su entorno ya lo salieron a medir. Y esta vez corre con una ventaja: no tiene “arriba” alguien que pueda bajarlo a donde se quiera subir.