Viernes 19 de abril de 2024
22 JAN 2017 - 05:46 | Sociedad

Rutas alternativas a la Costa, menos cargadas pero más peligrosas

Lo afirma un informe de expertos. La ruta 11 tiene 40 pozos. La 29, 110.

Se sabe que Mar del Plata es uno de los centros turísticos hacia donde apuntan muchos argentinos a la hora de tomarse vacaciones. Los que eligen ir en auto a la costa toman la ruta 2, aunque muchos buscan un desvío que les resulte más ágil o con menos tránsito. Sin embargo un estudio de CESVI Argentina indica que dicha autovía es la más segura y que las rutas 11 y 29 son riesgosas como alternativa.
 

El estudio se realizó con un relevamiento realizado durante el recorrido de las tres rutas donde, además del nivel de peligrosidad de cada opción se recopilaron datos de interés para los turistas como los peajes, zonas urbanas por las cuales se transitan, obras, radares de medición de velocidad, áreas de servicio y zonas de detención seguras. Allí se determinó que la ruta 2 resultó ser la que menos baches y cruces a nivel posee: 13 y 2, respectivamente. Y que la vuelta a Buenos Aires (se tomó el trayecto desde la Autovía 2 hasta la Autopista Buenos Aires-La Plata) es más segura que la ida a Mar del Plata, cuyo camino estudiado fue entre la Autopista Bs.As. hasta el inicio de la Autovía y desde allí a La Feliz. Pero no todas son rosas: el tramo que comunica Las Armas con Arroyo Vivoratá es el más riesgoso de la ida. Y el sector más peligroso para el regreso es el que va desde el cruce con la Ruta Provincial 60 hasta el cruce con la Ruta Provincial 57.

 

Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de CESVI explicó la importancia de tener rutas en buen estado. "Uno de los principales problemas que presenta una ruta en mal estado, es que le quita chances al conductor para poder resolver situaciones difíciles. Por ejemplo; si la banquina está en malas condiciones, el conductor, al necesitar utilizarla, puede sufrir otros percances como un vuelco", dijo. Y agregó luego: "Si uno se detiene a analizar la incidencia de la ruta en la cantidad de siniestros que hay, se da cuenta de que es muy alta. Al hablar de la calzada, los pozos van a generar una situación de sorpresa al conductor, que puede acarrear daños mecánicos y causar maniobras abruptas que provoquen colisiones o despistes".

 

La ruta 29, tomada desde la rotonda de la ruta 6, ruta 210, ruta 29 hasta Balcarce y ruta 226 hasta Mardel, es el de peor coeficiente de las tres analizadas. Tiene nada menos que 110 pozos, 14 cruces a nivel, tiene el peor asfalto y la peor señalización. Por si fuera poco es la de menos áreas de servicios: 13. En el relevamiento se contaron 9 radares, 23 zonas urbanas, 2 peajes y ninguna obra. Además surge que la vuelta por la ruta 29 es casi el triple más riesgosa que la ida.

 

En la ruta 11 ya hubo dos muertos en la primera quicena. De todos modos es la primera alternativa si la familia no quiere tomar la autovía aunque se advirtieron 40 pozos. El trayecto tomado desde El Pato por ruta 36 hasta ruta 11 y de allí a Mar del Plata es para la ida, y viceversa para la vuelta. El tramo que va desde el kilómetro de la ruta 36 hasta el inicio de la 11 es el más riesgoso cuando uno va para la costa mientras que a la vuelta el de mayor peligro es el que une Pipinas con Vyeites, por la ruta 36. Sobre esa parte del camino Hernán de Jorge, Jefe de Seguridad Vial de CESVI, describió la zona: "El camino no es seguro en la 36, cerca de Pipinas. El camino está deformado, pozos tapados y pavimento sobre elevado al costado de la banquina que produce una diferencia de altura importante respecto de la banquina".

 

En tanto desde AUBASA, que desde principio de este mes tiene la concesión de la Autopista Buenos Aires-La Plata, su presidente Víctor El Kassir dijo "En este tiempo AUBASA puso foco en obras relacionadas con la seguridad vial y evitar la mayor cantidad posible de accidentes". En tanto señaló que ya se dio el puntapié inicial para poner en marcha las mejoras para el inicio de esta temporada. "AUBASA encaró tres obras de importancia, cuya inversión alcanzó los 30 millones de pesos: la colocación de 22.000 tachas reflectivas, que ayudan a leer las curvas en horario nocturno; la renovación de 350 chevrones de señalización de curva; y, para dar una mejor calidad de la traza, se volcaron 5.000 toneladas de bacheo de precaución con el objeto de llegar de la mejor manera a la temporada".

Marcelo Maller para Diario Clarín