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08 FEB 2017 - 17:32 | Sociedad

La carta de Viviana por el pedido de prescripción por la desaparición de su esposo

Viviana Zubiaurre, esposa de Darío Jerez, el vecino desaparecido en Santa Teresita en octubre de 2001, escribió una sentida carta en su cuenta de Facebook. Los detalles.

A Darío Jerez lo desaparecieron en Santa Teresita el 25 de octubre del año 2001 y desde ese día luchamos por verdad y justicia. En estos 15 años y 4 meses no hemos descansado ni un día para saber qué fue lo que hicieron con él y para que los responsables paguen por sus actos.

Hay todavía gente a la que el caso le resulta indiferente, pero lo indignante es que exista también un puñadito de personas que no hagan más que dificultar el accionar de la justicia tirando para el lado contrario al de la verdad. Nos enteramos hace unos días que los abogados de algunos imputados por el encubrimiento de la desaparición de Darío (Jorge Grande, Cristian Ibarra, Daniel López, Alejandro Muñoz y Carlos Subirol) piden a la justicia que la causa prescriba -o sea, que no se los juzgue porque el paso del tiempo los liberaría de la pena- y eso no nos resulta extraño porque desde que la justicia los acusó no han hecho másn que dificultar la obtención de la verdad.
 
Esos "palos en la rueda" legales que siempre utilizaron lograron que el juicio por el encubrimiento se realizara 13 años después es decir, con artilugios legales dificultaron el accionar de la justicia que los acusa de encubrir; o sea, de dificultar el accionar de la justicia por medios ilegales-. 
 
Una sentencia bochornosa dictada por los jueces Ávalos, Tamagno y Colombo los absolvió de la acusación. No porque fueran inocentes sino porque, a su criterio, no se encontraba probada la desaparición de una persona a la que todavía no encontramos. Dos instancias superiores (Tribunal de Casación y Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires) anularon ese fallo vergonzoso, pero los que siempre traban lograron lo que siempre buscaron: impedir la búsqueda de la verdad y patear para adelante todo para zafar, por prescripción, de una pena.
 
No nos sorprende lo que hacen porque es lo que siempre han hecho, llenar de obstáculos un camino ya de por sí dificultoso en el que seguramente pensaron que nos cansaríamos. Grave error. No tenemos ninguna fuerza excepcional, pero Darío se merece que lo busquemos hasta el último día de nuestras vidas, y si no logramos saber que fue lo que hicieron con él, de la vida de los que vendrán. Porque algo que seguramente no vieron cuándo esperaron cansarnos, es que no estamos solos. Darío Jerez Presente! Juicio y castigo a los responsables de su desaparición.
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