“No merecen otra condena que la prisión perpetua”

“Merecen 50 años de cárcel”. Fue contundente el abogado de la familia de Claudio Javier Ayuso (18) sobre el castigo que deberían recibir los dos detenidos por violar y asesinar al chico de Dolores. Se trata del abogado Marino Alejandro Cid Aparicio, quien va a representar como particular damnificada en la causa a Verónica Orlandelli, la madre de Ayuso.

 

La mujer vio por última vez a su hijo el viernes pasado cuando ambos salieron juntos de una cena en la casa de unos conocidos. El chico salía con unos amigos y, como la madre no supo más nada de él, hizo la denuncia: lo encontraron el lunes en una fosa del Frigorífico Casasa, ubicado en Cerrito, entre Marconi y Avellaneda, de Dolores. A Claudio lo habían violado, asesinado a golpes y descartado prácticamente desnudo en un pozo de 50 centímetros de profundidad.

 

@bloqueI@La autopsia reveló que, si bien la data de muerte era de 24 a 36 horas antes de la autopsia, las condiciones climáticas del lugar del hallazgo le hacen suponer a los investigadores que el asesinato pudo cometerse al momento de la desaparición, es decir, la misma noche del viernes o la madrugada del sábado.

 

“Estamos ante un caso aberrante. Si se cierra el círculo probatorio sobre estas dos personas, no se admite otra condena que una prisión perpetua. Merecen 50 años de cárcel”, dijo Cid Aparicio a Télam en referencia a los dos detenidos por el crimen, Francisco Andrés Miño (18) y Matías David López (21).

 

Cid Aparicio, que ya actuó como representante de víctimas en otros casos resonantes de la Justicia de Dolores, como el asesinato de Mara Matheu cometido en Santa Teresita en 2008, mantuvo el jueves una reunión con la madre de Ayuso y el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren.

 

“Conseguimos que la municipalidad le brinde a Verónica no sólo algo de ayuda material, sino también asistencia psicológica permanente y hasta un botón antipánico”, comentó Marino Cid. También dijo que en la primera reunión que mantenga con la fiscal pedirá para su clienta “custodia policial, ante la posibilidad de que en el futuro se registre alguna amenaza, porque ya hubo algún llamado telefónico molesto”.