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26 DEC 2017 - 13:11 | Sociedad

Historias del Centro de Equinoterapia de Dolores

Reciben terapia complementaria chicos con trastornos de conducta, parálisis cerebral, síndrome de Down, trastornos del espectro autista y otras patologías psiquiátricas. Detalles.

Desde hace tres años funciona en el predio de la Sociedad Rural de Dolores el Centro de Equinoterapia “El Ombú”, destinado a brindar los beneficios de esta terapia alternativa a niños, adolescentes y adultos que presenten patologías que respondan a este tratamiento.

 

La psicopedagoga Camila Sansibiere, la terapista ocupacional Delfina García Cuerva y María Chirizola, encargada del cuidado de los caballos recibieron al semanario de ENTRELINEAS.INFO en un alto de la tarea y explicaron que quienes participan de las actividades llegan derivados por profesionales, o por inquietud de las familias, aunque reconocen que hay mucho desconocimiento de qué es la equinoterapia. 

 

“Es una terapia complementaria en la que se usa el caballo por el calor corporal, los movimientos rítmicos y la marcha del caballo que es similar a la del humano”, explica García Cuerva, “y todo eso otorga beneficios sensoriales como motores y psicológicos”.

 

En cuanto a las patologías que se pueden tratar, se incluyen “trastornos de conducta, parálisis cerebral, mielemelingocele, lisencefalia, síndrome de Down, trastornos del espectro autista, déficits cognitivos e intelectuales y algunas patologías psiquiátricas”, indicaron. 

 

El Centro no recibe ningún tipo de sostén, aunque en las bases de la concesión del Hipódromo figura la imposición de tener una escuela de equinoterapia, y desarrollan su actividad con cinco caballos que les han sido donados y el predio que les facilita la Sociedad Rural. 

 

Los padres de los chicos que asisten pagan una cuota de colaboración, que se utiliza para el mantenimiento de los caballos, el pago del seguro, la compra de materiales y el alquiler de una quinta para poder tener los animales. Lo demás se hace todo a pulmón, incluyendo la preparación de los caballos –lo que se llama desensibilización- que son prestados o donados. Falta personal, por lo que piden voluntarios que puedan colaborar, “especialmente gente con fuerza”. También necesitan una rampa para poder subir las sillas de ruedas, una montura con respaldo, más cascos, por lo que llaman a quienes quieran colaborar a que se acerquen. 

 

La escuela, que actualmente tienen 23 alumnos, funciona todos los días de la semana en horarios alternados de mañana y tarde. Para contactarlos pueden hacerlo a través del Facebook Centro de Equinoterapia El Ombú o en Instagram: Equino El Ombú.

 
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