Viernes 29 de marzo de 2024
27 JAN 2018 - 08:47 | Culturas

Las cuerdas que brillan con el sol, historias de bandas alrededor del mar

El diario Página 12 destacó bandas musicales de la Costa Atlántica bonaerense. Y entre el trío que completaron un grupo de Villa Gesell y otro de Mar del Plata, destacaron a 114 Errores, de Santa Teresita. La nota completa.

Primero fue en Mar del Plata, luego en Villa Gesell y más tarde en Pinamar. El rock argentino, que este año cumple 50 años para quienes postulan a La balsa como hito originario, fue fundado en ámbitos metropolitanos (Buenos Aires-Rosario) y se expandió con una dimensión ya por todos conocida: la de las giras costeras de verano. Un periplo que, a contrapelo de lo que sucede comúnmente, se irrigó desde el sur hacia arriba y, como un ciclo que viene a cerrarse, ahora se ancla en las playas balnearias más al norte.

 

La evidencia es Santa Teresita, una de las principales localidades del Partido de la Costa, erigida ahora como un inesperado faro punk. Para entender el fenómeno hay que remontarse a una época chica para la cultura rock criolla: Cromañón. En tiempos de tragedias imperdonables y heridas que aún no cicatrizaron se formó 114 Errores, banda con base en Santa Teresita, y formada también por músicos de la vecina Mar del Tuyú. Trece años más tarde, acreditan siete discos, una carrera de constante agite zonal y un auspicioso desembarco en Buenos Aires con base en Melonio, el último sótano punk porteño. Además organizan fechas y reciben en su territorio a referentes.

 

“Nos conocimos en la ruta de la música, viniendo de distintos proyectos pero con un fin común: componer y salir a tocar sin importarnos otra cosa”, cuenta Julián Latorre, bajo y voz de un grupo así denominado en honor al seudónimo que usaban poetas españoles perseguidos en la Inquisición. “¡Un gran nombre para una banda punk!”, apunta quien también fue futbolista y la rompió en Social Santa Teresita, uno de los protagonistas de La Liga de La Costa. La formación se completa con José Alma (guitarra y voz), Walter Ibarra (guitarra) y Mariano Nyczaj (batería).

 

Latorre reconoce que la prédica de 114 Errores sirvió como resistencia y ejemplo para que los bares locales se profesionalizaran y fomentaran a las bandas con mimos: “Desde montar un escenario donde había sillas hasta no cobrarles a los grupos, un vicio muy porteño”. Basta con darse una vuelta por Fede Bar de Santa Teresita, Vadinho de San Clemente, Prix de Mar de Ajó o El Refugio de Pinamar para chequearlo.

 

Latorre defiende al punk como lenguaje para la frescura y la novedad. Sino no se explica cómo, 50 años después de su fundación, decenas de bandas jóvenes aún aparecen en los lugares más recónditos y pujantes del país. “Como Santa Teresita, je”.