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26 FEB 2018 - 10:09 | Sociedad

Qué deben hacer los padres ante el uso de los chicos con la tecnología

¿Permitir, limitar o prohibir? El rol de la escuela y la familia ante los niños conectados full time con la tecnología. Qué deben hacer los padres. Qué dice la neurociencia. Edades para cada ocasión.

La tecnología se apoderó de los chicos, que pasan horas con celulares, tablets, los dibujitos de la tele o la Play casi todo el tiempo libre. Qué hacer en estos casos en los consejos de un especialista.

La pregunta del millón es ¿cómo deben manejar los padres el uso de la tecnología en los chicos? Los que saben del tema aseguran que hay que acompañar y comprender, como indicó la psicóloga Analía Emmerich en "Me Levanté Cruzado", un programa radial de FM Cielo 103.5.
 
Los jueguitos de Play, el uso precoz del celular y los dibujitos en la tele asoman como una luz de alerta para muchos padres que ven cómo sus hijos se pasan horas frente a una pantalla. Lejos de prohibirlo, los profesionales aseguran que hay que saber administrar el uso y acompañarlos en esta nueva era.
 
"Lo preocupante en los chicos es el manejo de la ansiedad. No pueden llenar un rato muerto, no pueden estar sin hacer nada. Están cinco minutos y agarran un celular, es muy distinto a lo que pasaba hace algunos años”, afirmó la profesional.
 
Sin embargo, la escuela primaria aparece como un punto a tener en cuenta. Para Emmerich “la propuesta de enseñanza no tiene nada que ver con la cultura digital. Lo que se le propone al chico es tan distinto a los que está viviendo que a nivel nervioso o cognitivo, que puede generar dificultades para estudiar”.
 
En ese sentido, los profesionales aseguran que los padres deben comprender esta nueva era y acompañar a los chicos. Para la psicóloga “no hay que enojarse con los fenómenos. Está instalado y hay que supervisar los contenidos y el tiempo. Hay que estar más cerca de ellos”, puntualizó.

 
QUÉ DICE LA NEUROCIENCIA
 
Desde el punto de vista de la neurociencia, todavía no se sabe con total certeza cuál será el impacto que las nuevas tecnologías pueden tener en el cerebro de los más pequeños. “Sin embargo, las evidencias que estamos obteniendo hasta la fecha son contundentes.

Por el momento sabemos que un mayor tiempo de exposición a estos dispositivos está relacionado con mayores índices de miopía, déficit de atención, obesidad y depresión infantil. Asimismo, según los datos que estamos conociendo la exposición temprana o prolongada a estos dispositivos puede afectar la maduración de distintas estructuras y funciones del cerebro en desarrollo”, sostiene Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y autor del libro "El cerebro del niño explicado a los padres".
 
Además, varios estudios destacan que diversas tecnologías y, sobre todo, al jugar videojuegos se segregan grandes dosis de dopamina, un neurotransmisor asociado a los mecanismos de recompensa y a los comportamientos adictivos. Los especialistas advierten que es difícil probar que las nuevas tecnologías provoquen por sí mismas nuevas patologías, pero sí hay evidencia de que pueden exacerbar trastornos previamente existentes, o hacer que tomen nuevas manifestaciones o matices. 
 
LA EDAD ACORDE
 
Tampoco hay muchas certezas sobre la edad conveniente para que los niños comiencen a interactuar con los equipos tecnológicos. Sin embargo, en 2007, el psiquiatra francés Serge Tisseron publicó la regla "3-6-9-12", una guía para saber cómo dosificar, según las edades, la introducción de las pantallas en la vida de los chicos. 
 
El primero de los pasos advertía: antes de los 3 años los chicos no debían tener contacto con los dispositivos. En 2011, la Academia Americana de Pediatría (AAP) corrió la edad de inicio y fijó ese límite en los 2 años.

Pero el año pasado la AAP publicó un nuevo documento donde se recomienda evitar la exposición a las pantallas "todo lo que se pueda" hasta los 18 meses de edad. Sin embargo, consideran que puede haber excepciones para que los niños puedan comunicarse con familiares o amigos.
 
Más allá de la edad, los especialistas recomiendan que los padres limiten el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas y que supervisen a qué juegan y qué páginas visitan, utilizando los filtros y controles parentales que incluyen muchas herramientas tecnológicas.

Además sugieren que haya comunicación en la familia, evitando el uso de cualquier tecnología mientras se come en familia, por ejemplo. Por último recomiendan tener un plan de actividades alternativas, que no se centren en una pantalla, fomentando la actividad deportiva al aire libre.