Martes 16 de abril de 2024
24 JUN 2018 - 17:01 | Sociedad

La ruta del dinero de la dictadura

Gracias a una investigación impulsada por el juez federal de Dolores, un mega emprendimiento inmobiliario en la laguna de Chascomús está siendo investigado por lavado de dinero en los años de plomo.

Una investigación del juez federal de Dolores muestra de qué manera la banda de Aníbal Gordon intentó maniobras de lavado de dinero en el marco de la represión ilegal llevada adelante por la última dictadura militar. Un mega emprendimiento inmobiliario en Chascomús, obreros torturados, terrenos adjudicados fraudulentamente en la época más negra de la historia argentina, con complicidades civiles y eclesiásticas. 
 

La resolución del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, abre nuevas perspectivas para investigar delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar en la Argentina: la ruta del dinero con el que se financiaron numerosas operaciones clandestinas y se llevaron adelante negocios millonarios. 

 

La investigación de Ramos Padilla gira en torno a un megaproyecto inmobiliario que Aníbal Gordon, uno de los más representativos agentes de la represión ilegal en los años de plomo, vinculado con la Triple A y con el campo clandestino de detención llamado Automotores Orletti, intentó llevar adelante en Chascomús. 

A este destino llegaron los fondos obtenidos en la llamada Operación Oro, durante la cual la banda de Gordon sustrajo en 1977 de la casa del líder de la organización uruguaya Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) una suma que podría oscilar entre 2 y 6 millones de dólares. Todas estas acciones fueron llevadas en el marco del Operativo Cóndor, el plan de coordinación de acciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur -con participación de los Estados Unidos-, durante la década del 70 y principios de los 80.  

 

BUSCANDO EN LA LAGUNA

La investigación de Ramos Padilla comenzó con la denuncia que indicó que en terrenos cercanos a la laguna de Chascomús, en el lugar conocido como Parque Girado, se habían producido entierros ilegales de cuerpos de personas desaparecidas durante la represión ilegal. Mientras se seguía esta línea, aparecieron los testimonios de quienes habían estado trabajando en la construcción de un barrio cerrado al que se podía acceder en barco desde la laguna. Ese emprendimiento estaba a cargo de Aníbal Gordon y otros elementos inorgánicos de la SIDE, como los chascomunenses Miguel Save y Luis Alberto Martínez. Y de acuerdo con el juez Ramos Padilla, tenía como objetivo dar apariencia  de  legalidad  a dineros  provenientes  de  un  crimen  de  lesa  humanidad. 

 

El dinero, cuyo monto no está aún determinado, fue robado luego de que se allanara ilegalmente la casa del jefe de PVP, Alberto Cecilio Mechoso. Esta organización había obtenido 10 millones de dólares del secuestro de un holandés en Uruguay. Como para tener una referencia, un departamento en Buenos Aires costaba 6 mil dólares. Mechoso fue secuestrado y torturado en Automotores Orletti y el monto que tenía en su departamento –una cifra no determinada con claridad pero que los testigos estiman entre 2 y 6 millones de dólares- es muy posible que haya sido lo que utilizaron Gordon, Save y el resto de la banda para el Boating chascomunense. 

 

Hay testimonios de que en el lugar se hizo una gran fiesta a la que asistieron el intendente de Chascomús, el obispo José María Montes y gran cantidad de personas de la ciudad. Los terrenos en que se levantaron fueron, años después, puestos a nombre de los hijos de Save, aunque Ramos Padilla encontró serias irregularidades en esa adjudicación.

 

OBREROS TORTURADOS

Pero, además, este sitio fue escenario de una de las luchas internas entre las distintas facciones del gobierno dictatorial y tuvo como víctimas a los obreros que estaban trabajando en el emprendimiento.

 

Mientras se estaba construyendo el boating, Aníbal Gordon cae en desgracia en el marco de una puja con el sector que lideraba el jefe de policía bonaerense Ramón Camps y el entonces gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires, Ibérico Saint James. 

 

En un momento dado, los responsables de la obra dicen que se van a ausentar por un mes y justamente, mientras se continuaba con las obras, cae al lugar un grupo de tareas que secuestra, tortura y lleva detenidos ilegalmente a la Comisaría 1ª de Chascomús a todos los obreros, que luego fueron liberados. Y esos testimonios fueron la punta del ovillo que esta investigación está comenzando a desentrañar.