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25 SEP 2018 - 08:35 | Sociedad

De Francia a Dolores, por un amor

Un francés conoció en Mar del Plata a una dolorense, se casaron y tuvieron un bebé. Una historia de kilómetros.

Sylvain Paigner, de 35 años, en pleno centro de Dolores, donde vive con su pareja y tienen un hijo en común.

Sylvain Paigner llegó a la Argentina en 2010, tentado por un amigo de su ciudad natal, Grenoble, que en Mar del Plata tenía un equipo de waterpolo. Jugador profesional de ese deporte en Francia, llegó sin saber nada del país ni del idioma, aunque dispuesto a conocer un poco. Pero terminó quedándose y cuando se le pregunta, no sin cierto asombro, el por qué, la respuesta es clara: “Por ella”. Además de la historia de amor, Sylvain cuenta cómo es para un extranjero vivir en el país en medio de la crisis, las dificultades para conseguir trabajo y los proyectos para su familia, que acaba de aumentar con la llegada, hace dos meses, de su primer hijo.

“Todos me preguntan qué hago en la Argentina y yo les digo no es que es mejor de un lado o del otro, sino distinto, y siempre el cambio hace bien”, cuenta al semanario de ENTRELINEAS.info en la misma biblioteca donde da clases de francés.

Cuando decidió sacar un pasaje para el país era jugador profesional de un deporte que, aclara, “no es el fútbol”. “Sin saber nada de Argentina ni una palabra de español me saqué un pasaje por nueve meses”, aunque después, cuando renovó contrato con un club de Lyon, negoció pasar el período de pretemporada aquí, para poder jugar en el equipo marplatense.

Y fue en esa ciudad donde conoció a Rosario, una estudiante de Turismo, que cuando se recibió decidió volverse a su ciudad y lo trajo a Dolores. El año pasado se casaron y ahora ambos cuidan de un hermoso bebé.

“Insertarte en Argentina es muy fácil porque el contacto humano es muy fuerte”, dice sorprendido. “Acá podés estar en la playa y terminar tomando mate en la casa de alguien que no conocías una hora antes. En Francia o Europa hay más dificultad para abrir la puerta de tu casa. Esa puerta es una frontera mucho más dura que acá", lo que le resulta “raro porque el sentimiento de inseguridad es mucho más grande acá que allá”.

Quedarse en la Argentina fue “una decisión tomada entre los dos”. Y reconoce que influyó mucho el tema de que aquí "son muchos más familieros”. “Todos quieren ir para allá y si todo va bien podés conseguir un trabajo y ganar bien. Pero vas a pasar tu vida con Skype o Whatsapp y no vas a disfrutar nada del instante mismo que estás allá porque vas a extrañar la familia, los amigos, y eso hay que sopesarlo”.

De todos modos, señala que “el límite para la Argentina era el tema de la inflación y la inseguridad”. Y ahí está el problema del presente.

EL PROBLEMA DEL TRABAJO

“El tema del trabajo es complicado para todos, especialmente siendo extranjero porque no tenés amigos o familia”, explica. Si bien en los primeros tiempos pudo trabajar en un bar durante la temporada de verano, más que nada para aprender el idioma "yo estaba en otra situación y me divertí, aprendí, pero no te sirve para pagar un alquiler”. Ahora, buscar empleo se hace difícil. Ante la pregunta de si están pensando irse a Francia, Sylvain es sincero: “Me hubiera gustado decirte que sí o sí me quedo y la peleo acá. Pero tengo tantas trabas porque hice una carrera universitaria y faltan puentes para reconocer esos diplomas. Soy Licenciado en Deportes, entrenador, preparador físico y guardavidas, pero no los puedo revalidar”.

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