La Costa: regresaron al mar a una tortuga de 200 kilos encontrada en Costa Azul
Es la primera tortuga laúd rehabilitada en el Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino. Luego de cuatro días de rehabilitación, fue embarcada para volver al mar en las costas de San Clemente del Tuyú.
Una tortuga laúd (Dermochelys coriacea) que, al momento de ser rescatada presentó un peso de 208 kilos y una longitud 1,4 metros, regresó al mar durante ayer, luego de un complejo operativo de la Fundación Mundo Marino, que la trasladó, embarcada, algunos kilómetros aguas adentro de la costa en San Clemente del Tuyú. El reptil había sido hallado por turistas en las playas de Costa Azul, partido de La Costa, el jueves 18 de marzo.
Al llegar al lugar, los turistas compartieron filmaciones con los rescatistas donde se constató que, si bien el animal intentaba ingresar al agua, inmediatamente volvía a salir. Frente a esa situación, los técnicos de la Fundación Mundo Marino decidieron montar una guardia que duró poco más de una hora y media para monitorear y evaluar la condición y el comportamiento del reptil. “Durante ese lapso de tiempo, el animal continuó mostrando comportamientos anormales. E, incluso con nuestra ayuda, tampoco demostraba voluntad para encarar las olas y alejarse de la costa. Luego de intentarlo en repetidas oportunidades y debido a que los comportamientos anormales persistían, decidimos trasladarlo al centro de rescate y rehabilitación”, sostuvo Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate. Para movilizar y levantar a la tortuga desde el lugar donde se encontraba participó Defensa Civil de la localidad de Costa Azul y turistas que se ofrecieron como voluntarios.
Una vez que llegó a las instalaciones de la Fundación Mundo Marino se comprobó que “estaba deshidratado y bajo de peso”, describió Rodríguez Heredia, quien agregó “se recomienda que la permanencia de estas especies en centros de rehabilitación sea lo más breve posible ya que son animales con muchas particularidades”. Por ejemplo, su alimentación (fauna gelatinosa), que es difícil de replicar.
Respecto al tratamiento que recibió el animal, lo primero que se hizo fue recuperar su nivel de hidratación a través de una fluidoterapia. Esta consistió en un suero que, a nivel subcutáneo, le suministraba una solución salina. "En los análisis de sangre, además de la deshidratación, detectamos una leucopenia, es decir, una disminución de la cantidad de glóbulos blancos, por lo que le suministramos antibióticos a nivel intramuscular para evitar la aparición de posibles infecciones. Por otro lado, le realizamos una sesión de inmunoterapia, que consistió en nebulizar al animal para que, a nivel intranasal, ingresara un fármaco que fortaleciera su sistema inmune", explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación Mundo Marino.
La vicepresidenta de la Fundación Mundo Marino, Andrea Cabrera, destacó: “Es la primera tortuga laúd rehabilitada en el Centro de Rescate. El proceso de rehabilitación exitoso reafirma la capacidad y calidad de nuestro equipo de profesionales. Su regreso al mar fue muy emocionante y marcó un gran hito para la Fundación Mundo Marino. Sobre todo como aprendizaje y generación de protocolos para futuros casos y también para compartir con colegas de otros centros de rescate con quienes trabajamos”.
Trabajo en red
A nivel global el estado de conservación de la tortuga laúd está clasificado como “vulnerable”, mientras que en la región del Atlántico Sudoccidental se encuentra en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La aparición de tortugas laúd en las playas del Partido de la Costa suele ser de animales muertos, explican desde el centro de rescate. Por eso, este caso resulta excepcional, y demandó consultas con centros de rescate de fauna de Uruguay, Brasil y el Caribe.
"En otras dos oportunidades, pudimos colocar rastreadores satelitales en tortugas laúd atendidas en playa para conocer su área de distribución. Así comprobamos que ellas eligen nuestras aguas, tanto en el estuario del Río de la Plata como en la Bahía de Samborombón, por la gran oferta de alimentos que encuentran. Además, siguiendo su ruta a través del monitoreo remoto, pudimos comprobar que ellas migran desde las costas de Gabón, en África, donde anidan y luego cruzan el Atlántico hasta nuestras costas para alimentarse", explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.