Jueves 28 de marzo de 2024
12 JUL 2022 - 19:04 | Política

¿Por qué es tan importante el Gasoducto Néstor Kirchner?

En medio de una crisis energética mundial que impacta en Argentina y se suma a la habitual escasez de divisas, la ampliación del transporte de gas desde Vaca Muerta es una obra indispensable para atacar estos problemas. Los avances son lentos y sus consecuencias aun no llegaron a su techo.

Gasoducto Neuba I, también perteneciente a la Cuenca Neuquina.

Argentina choca constantemente con problemas macroeconómicos, que generan tanto crisis económicas como interrupciones al crecimiento en los casos más leves. Cada vez que algo de esto sucede, el sector externo es protagonista: la economía no genera la misma cantidad de dólares que demanda.

2022 viene siendo un año atípico, porque si bien la economía está en crecimiento y todo indica que seguirá en ese sendero, la falta de dólares es un dolor de cabeza para todos: restricciones e impuestos a su compra para ahorro, limitaciones y burocracia para las importaciones, y hasta un aviso de la ministra de Economía para el sector turístico, que es uno de los que genera más salida que ingreso de divisas al Banco Central.

Uno de los grandes canales por donde se están yendo los dólares del BCRA es el sector energético, que a causa de la guerra en Ucrania ha sufrido aumentos disparatados en sus principales insumos.

Argentina es un país que no se autoabastece de energía, pero que todos los años compra y vende productos energéticos: gas natural, petróleo, naftas, gasoil, electricidad, lubricantes, etc. Este intercambio generó alarmantes déficits entre 2011 y 2018, algo que la caída de la demanda local por la crisis económica de fin del gobierno de Macri y del primer año de Alberto Fernández, junto con el aumento de la producción en Vaca Muerta menor medida, aminoraron hasta devenir en un pequeño superávit en 2020.

Sin embargo, la recuperación económica de 2021 en adelante volvió a multiplicar las importaciones energéticas, generando una salida creciente de dólares y el regreso del déficit comercial en ese rubro. Esta erogación está empeorando actualmente no tanto porque las cantidades sean mayores, sino por el exponencial aumento del precio de lo que Argentina compra del exterior: gas natural, GNL (gas natural licuado que al llegar al país se reconvierte a estado gaseoso) y gasoil, recursos que se utilizan para el transporte, la maquinaria agrícola, calefaccionar gran parte del país y sobre todo generar electricidad.

Lo curioso es que Argentina, con el descubrimiento del yacimiento Vaca Muerta en 2010 y su posterior exitosa puesta en funcionamiento, tiene allí la segunda mayor reserva de gas natural no convencional del mundo. ¿Por qué importa gas natural y GNL, entonces? Porque tiene colapsada la capacidad de transporte desde Vaca Muerta hacia los principales centros de consumo (AMBA), por lo que las productoras de gas no tienen dónde inyectar el gas excedente que pueden extraer para abastecer la demanda local y evitar estas costosas importaciones.

Cabe destacar que en Argentina existe una importante red de gasoductos, de los cuales sólo los Neuba I y II, pertenecientes a la Cuenca Neuquina donde se encuentra Vaca Muerta, tienen colapsada su capacidad de transporte. Este no es un problema nuevo, ya que el propio gobierno macrista en 2019 hizo los primeros intentos para sumar un nuevo gasoducto en dicha cuenca, aprovechando los crecientes volúmenes de gas extraídos allí.

El gasoducto en números

El Gasoducto Néstor Kirchner tiene el potencial para disminuir las importaciones en un primer tramo, y una vez finalizado, terminarlas por completo y hasta generar divisas por exportación de excedentes, revirtiendo el rol actual del sector energético como demandante de divisas para convertirlo en generador. Pero es una obra larga, costosa y que difícilmente esté lista en menos de un año, por lo que sus resultados difícilmente se vean antes de las elecciones de 2023.

La primera etapa conectará el parque industrial Tratayén (Neuquén), emplazado en el corazón de Vaca Muerta, con la ciudad bonaerense de Salliqueló, cubriendo una distancia de 558 kilómetros, algo que beneficiará a usuarios y usinas eléctricas del AMBA. Luego, una extensión de 467 kilómetros permitirá llegar con gas natural a San Jerónimo (sur de la provincia de Santa Fe), abriendo la posibilidad de abastecer al centro y norte del país, como así también la oportunidad de exportar los excedentes a Brasil y Chile.

Esta obra tiene una importancia trascendental no sólo para el sector energético sino para la macroeconomía, ya que la energía no está siendo sólo un problema sectorial sino un verdadero dolor de cabeza macroeconómico. Tan relevante es el gasoducto y el sector energético en un país con recursos de ese tipo como Argentina, que por diferencias en el oficialismo en cuanto a cómo gestionarlo renunciaron los ministros de Economía y Desarrollo Productivo.

La energía es un recurso estratégico, ya que abastece a todos los sectores productivos y a la población entera. Es indispensable en todos los países del mundo y lo seguirá siendo por largo tiempo. Pero a diferencia de decenas de países, muchos de ellos desarrollados, Argentina tiene bajo tierra recursos energéticos suficientes para que la crisis energética no impacte en su disponibilidad de divisas, todo lo contrario. Pero para que esto suceda, falta que quienes toman las decisiones se pongan de acuerdo, algo que parece más difícil que la obra en sí.

Bernardo Cerdá
Magíster en Políticas de Desarrollo