Viernes 29 de marzo de 2024
07 MAY 2017 - 08:51 | Sociedad

Un sueño sobre ruedas a punto de ser realidad

La historia de “Leo” Borlan, el muchacho dolorense que podrá correr maratones gracias al apoyo del pueblo en una exitosa venta de un bono colaboración.

Algunas personas no entienden de imposibles, como “Leo” Borlán, un joven dolorense que aunque una discapacidad lo llevó a estar en silla de ruedas, se destaca como atleta y siempre va tras nuevos desafíos.

 

Ahora tiene un nuevo sueño, al que decidió llamar: “Sueño Sobre Ruedas”. Por eso mismo lanzó una campaña (que terminó antes de lo previsto, dado el buen suceso) para conseguir una silla de ruedas para correr maratón. “Cuando el año pasado se hizo la maratón del Banco Nación en Dolores, me propusieron enviarle una carta al Banco para ver si me podían ayudar a comprar una silla de maratón usada, ya que la nueva era realmente muy cara”, le contó “Leo” a ENTRELÍNEAS.

 

El Banco no suplió la necesidad de Borlán, sin embargo la solidaridad y las ganas de tener su silla y que pueda competir hicieron que “Chucho” Outón, vecino dolorense (y que participó de la Maratón Entrelíneas de 2016), se ponga en contacto con Juan Pablo García, quien gestionó un subsidio a la Universidad Atlántida Argentina y lanzaron a la venta un bono colaboración que en tres días se agotó. Varios comerciantes de Dolores se sumaron a la causa, como Alfajores Don Abel, la Farmacia Speroni, Corre que te pillo y Mundo Confort, quienes aportaron los premios para el bono.

 

“Hubo mucha gente que quería seguir colaborando, pero tuvo que quedar afuera porque el objetivo ya estaba cumplido. Si todo va bien, la silla me llega en el transcurso de este mes”, nos contó “Leo” acerca de la silla que le permitirá competir todas las pruebas de pista y calle, es decir, carreras de velocidad y hasta maratones.

 

Su idea es poder entrenar en el Autódromo Municipal de Dolores ya que “es el mejor lugar para esa silla, porque permite desarrollar todo el potencial que tiene y la mayor velocidad posible”. Nada lo detiene.