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19 AUG 2018 - 10:18 | Sociedad

A solas con el Padre Elías: “El problema que tenemos hoy es la falta de fe”

Fue un niño depresivo y hoy es un líder carismático que provoca devoción en miles de personas. Es convocado desde distintos puntos del país y Latinoamérica. Se le atribuyen curaciones a través de la oración y la reconciliación con Jesús. El Padre Elías recibió a ENTRELÍNEAS.info para llevar su voz a toda la región. En medio de la difícil situación económica y social de la Argentina, un testimonio para escuchar y atender.

El Padre Elías posa para ENTRELÍNEAS.info en la intimidad de su despacho.

Al ingresar al predio de comunidad Marana-Tha, sobre la Ruta 11 a pocos metros del acceso a Las Toninas, se percibe la paz de un lugar que parece estar fuera del ruido de todos los días, de correr en búsqueda de no se sabe qué y de mirar todo el tiempo que se pueda la pantalla de un celular sin detenerse a contemplar que hay alrededor. El camino de entrada lleva directamente a la modesta y cálida capilla y en un amplio lugar verde y arbolado se divisan las habitaciones y salones de quiénes cumplen aquí retiros espirituales. Al otro lado, la vivienda del presbítero Elías Cavero Domínguez o como todo el mundo lo conoce: el Padre Elías. La cancha de fútbol y un buffet para los visitantes decoran el primer vistazo general.

Dentro de la capilla, el silencio duele. Parece a propósito, para oficiar de demostración de lo poco que estamos con nosotros mismos, callados, meditando, en épocas turbulentas. A la mitad del edificio, dos monjas rezan concentradas. Más atrás, dos mujeres con valijas acaban de llegar y esperan la bendición del Padre Elías, que permanece arrodillado en un almohadón rojo, frente al altar. Está practicando sus habituales oraciones de entre las 8 y las 9 de la mañana, puntualmente como cada vez que está en Las Toninas y no llevando su palabra en distintos puntos de Argentina o en países vecinos. El Padre Elías está vestido como un fiel más, con pantalón oscuro, campera azul y zapatos negros con una mesita y sus libros de oraciones. De frente lo observa un Cristo crucificado pocas veces visto en una iglesia, con Dios que parece sostenerlo con sus manos como sogas entrelazadas y la cruz como si estuviera suspendida en el aire.

“Yo era un niño tartamudo. Tuve angustia y tristeza, se reían de mí cuando iba a la escuela”, cuenta el Padre Elías.

“Yo era un niño tartamudo. Tuve angustia y tristeza, se reían de mí cuando iba a la escuela”, cuenta el Padre Elías.

El Padre Elías nació en abril de 1953 en Barrientos de la Vega, un pueblito al norte de España, cerca de León. Tiene 65 años y aunque no pierde cierto acento español, parece ya tan argentino como el dulce de leche. Además de ser capellán de la Capilla Betel la Inmaculada, de la diócesis de Chascomús, fue párroco en Santa Teresita desde 1991 hasta 2005. Aquellos años lo hicieron muy popular no sólo entre los fieles de La Costa sino también de la región. A 20 años del nacimiento en 1998 de la asociación de fieles mixta Marana-tha, nos recibe con calidez en su despacho, ubicado detrás de ese altar donde los fieles buscan su palabra de fe, su espíritu sanador y su contención social y moral que ofrece a toda la comunidad. Todo aquel que conoce al Padre Elías no lo duda: es mucho más que un sacerdote.

AQUELLA INFANCIA DIFÍCIL

Sus padres eran labradores en tierras españolas y con ellos practicó tareas rurales desde pequeño. Luego trabajó en empresas de montajes industriales en España y en Venezuela, donde pudo superar un problema que traía desde pequeño: fue víctima de bullying y hostigamiento de parte de sus compañeros y maestros de escuela. “Ese fue mi primer aprendizaje –dice recordando el Padre Elías sobre un ejercicio que le encomendó un sacerdote redentorista- yo repetía: ‘Mi maestro es malo, lo odio’; ‘Mis compañeros son malos, los odio’. En cambio, Dios nos dice que ama al maestro, que rechaza lo malo que hace, dice o tiene. Como Dios me ama a mí, pero rechaza lo malo que yo haga, diga o tenga. Entonces empecé a seguir esa idea. Ahora amo todo lo que hay dentro de mí. Y rechazo lo malo que había en mí, como el odio. Cuando uno está mal, piensa que el otro es malo. Uno es bueno, pero el odio te enferma la vida”, sentencia. Ingresó en España al Seminario de Lumen Dei donde fue ordenado sacerdote en 1985, a los 30 años, por Monseñor Alcides Mendoza Castro, arzobispo de Cuzco, Perú.

Aunque no quiere hablar demasiado de su vida privada y prefiere seguir con sus mensajes sanadores a quien lo necesite, cuenta que siempre tuvo el acompañamiento de sus padres cuando decidió ser sacerdote. También que tuvo nueve hermanos, de los cuales uno murió en el seno materno y otro murió antes de los dos años de edad. “Hoy tengo seis hermanos que viven en España y una religiosa que está en Roma, Italia. Y yo acá, luego de pasar por España, Venezuela y Perú”, afirma y corta la frase para pedir seguir con los temas “que van a interesarle a la comunidad que lea luego esta entrevista”. “Mis destinos siempre los eligió Dios”, remarca para finalizar su repaso personal.

El Padre Elías enfatiza sus palabras en un tema que considera clave: pasar de la tristeza a la alegría. “Es toda una aventura. Cuando estaba mal en mi niñez, me ayudó ese sacerdote del que te hablaba, que también era psiquiatra, pero me dijo no hacía falta que yo tome pastillas. Me aconsejó cambiar en mi mente la manera de actuar, porque es el método más sencillo de encontrar ese camino que ayuda a resolver estos problemas”. El Padre explica así la terapia espiritual de Jesús, que “se complementa con el médico, el psicólogo y el psiquiatra. Hay que trabajar en conjunto y sumar a la oración y a Jesús”.

El Padre Elías cita el capítulo 2 de San Marcos, del Evangelio, en el versículo 1 y siguientes donde se cuenta la historia de un hombre paralítico que llevan entre cuatro personas en una cama hasta un lugar muy alto, donde estaba predicando Jesús. “Lo primero que hace Jesús en esta terapia es perdonar los pecados de este hombre, lo saca del odio. Jesús se da cuenta de que estaban pensando los fariseos de él, ya que empiezan a hablar mal de Jesús, como que solo Dios puede perdonar los pecados. Entonces Jesús los confronta: ´qué estás pensando´, les dice como hoy dicen los psicólogos o psiquiatras a un paciente. Esta es la terapia de Jesús, que tiene más de dos mil años y que sigue en la oración y en encontrar ese camino de pasar de la tristeza a la felicidad. En cambiar los pensamientos negativos y pasar los pensamientos positivos, porque la mente enferma es lo que enferma al cuerpo. Y Jesús trabaja el mundo de la mente y el mundo afectivo”, sintetiza el Padre Elías.

EL PODER DE SANAR

Regresa la historia de Oscar, a quien el oncólogo no le había trazado un alentador panorama. “Oscar sufrió la pérdida de su madre y se enojó mucho con Dios. Entonces se enfermó, enfermó su mente y enfermó su cuerpo. Nosotros somos instrumentos, espectadores de lo que Dios hace. Oscar se puso en orden con Dios: sacó el odio y puso amor, sacó los pensamientos negativos y metió los positivos. Empezó a estar mejor con su mujer, con sus hijas... Con él mismo. Oscar no podía hablar y ahora habla; no podía estar vivo, pero ahora está vivo. Esto lo sigue haciendo Dios, lo sigue haciendo Jesús. A mucha gente uno le dice esto, pero no lo hace y se muere. Oscar se sanó y vino con su familia muy contento. Esta es la terapia espiritual de Jesús, que abarca todo, es grandiosa y muy profunda”, cuenta quien a su alrededor hay cientos y cientos de casos de vecinos que dicen haber sido ayudados por el poder que parece transmitir el Padre Elías. “El problema de hoy es la falta de fe y si tienes fe puedes sanarte”, afirma convencido de su devoción por la oración.

Por su despacho circulan personas de todo el país que conocen la obra y la oración sanadora de su obra. Jóvenes y adultos que eligen ir a Marana-Tha para hacer un retiro espiritual o bien charlar con este hombre que inspira amor, mucha paz y contención. Anota puntillosamente en su agenda nombre de quien lo visita, cómo está formada su familia, a qué se dedica y qué problema tiene para devolverle su conexión con Dios, o en todo caso que la descubra por primera vez. Y así pasan personas con problemas de pareja, de relación con sus padres, hijos y familia en general y más allá de cuestiones personales también de pedidos de sanación, donde a través de la oración el Padre Elías marca ese camino mágico de pasar de la tristeza a la alegría, que tanto lo marcó de niño y que ahora devuelve su experiencia a la comunidad a través de la corriente carismática de la iglesia. “Ese paso de la depresión a la alegría, a ver las cosas positivas de la vida, solo se puede conseguir con volver a Dios. A mí me ayudó mucho la oración. Cambió mi vida para siempre”.

Su fama se hizo aún más nacional cuando fue entrevistado por TN, hace un lustro.

Su fama se hizo aún más nacional cuando fue entrevistado por TN, hace un lustro.

“Es muy importante tener la voluntad de Dios, porque solo él nos puede quitar las cosas negativas de nuestro pensamiento”, dice citando a Santa Teresa y piensa que la Argentina necesita la oración en comunidad: “Es muy importante la oración y la adoración en lugares como Santa Teresita y Dolores, donde la oración perpetua es de 24 horas cada día. Y esto da muchos frutos”, asevera.

LAS REDES SOCIALES, EL MENSAJE

“Desde hace un tiempo trabajamos mucho también con las redes sociales. Cada día mando un trozo de la palabra de Dios por los distintos instrumentos que existen en internet. Para estas generaciones a veces es mejor escuchar que leer. Y por eso logramos así llegar a toda la comunidad para que se retransmita nuestro mensaje de amor. Con mucho cuidado y responsabilidad, porque las redes sociales pueden ser utilizadas para hacer mucho bien y también mucho mal”, reflexiona el Padre Elías.

También destaca el trabajo de los fieles en la Radio Alégrate. “Nuestro saludo es justamente ese: Alégrate. Porque por sobre todas las cosas, la alegría sana”. También sobre las nuevas tecnologías sostiene que es importante que los padres y madres estén atentos a la utilización que le dan sus hijos a los celulares y que hay que “regular su uso, ya que hay estudios que para el año 2020 crecerá en esta joven población la problemática de vista con miopía e inconvenientes auditivos, además de no perder la comunicación verdadera en la familia y no seguir en una tendencia light sin coherencia de vida o conciencia suficiente, como sostiene el Papa Francisco”, puntualiza un seguidor del mensaje papal.

Su día, como todas las mañanas, seguirá por largas horas recibiendo a fieles y laicos que buscan su ayuda, su palabra y acción sanadora, sus oraciones. El Padre Elías seguirá anotando en su agenda el problema o la falta de fe que tiene quien lo visite. Y buscará desde su rezo aportar la terapia espiritual de Jesús, con él como emisario y ese difícil camino pero posible de pasar de la tristeza a la alegría.