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24 DEC 2018 - 11:32 | Sociedad

Los egresados de la Provincia perdieron casi un año de clases desde que entraron a la escuela

En la provincia de Buenos Aires, quienes terminaron este mes tuvieron 170 días menos de lo correspondiente desde que ingresaron a jardín; los paros gremiales, la causa, según un informe de LA NACION.

Los egresados de la Provincia perdieron casi un año de clases desde que entraron a la escuela.

Los alumnos que egresaron este diciembre de las escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires terminan todo su ciclo de escolaridad con un grave déficit: 170 días de clases total perdidos por paros , casi un año entero. Sí. Prácticamente todo un ciclo lectivo completo -que está compuesto por 180 días- fuera de las aulas desde que iniciaron jardín de infantes, en 2004, informó LA NACION.

"Es muy malo. Claramente no es nada bueno", evaluó Alejandro Finocchiaro , ministro de Educación de la Nación.  

El año que termina fue el récord histórico de paros: 29 días sin dictar clases por distintas protestas nacionales o provinciales impulsadas por los gremios que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense.  

El gobierno de María Eugenia Vidal no dispuso todavía cómo recuperar los días de clases perdidos, pese a este triste récord.

El año pasado sí firmó una resolución para recuperar los días sin clases, pero quedó sin efecto cuando finalmente los gremios y el gobierno acordaron salarios.  

Este año fue peor: nunca antes hubo tantos días de huelga seguidos. El año pasado se perdieron 22 días. Y en 2016, 6 días. Solo en 2015, año de elección presidencial, no hubo paros.  En 2014 se perdieron 20 días, en 2013 fueron 19 y en 2012 también se perdieron 17. Este alto índice de conflictividad solo se repitió en 2009. El resto de los años se registró menos de una decena de días de conflicto por año.  

En líneas generales se percibe un crecimiento del nivel de conflictividad docente. Por ese motivo los graduados de este año son los que más han sufrido la falta de clases.  

Claro que el paro no afectó por igual a los alumnos de escuelas públicas y privadas: el impacto del conflicto es mucho más fuerte en las escuelas de gestión estatal, donde los docentes tienen sueldos más bajos y reclaman con mayor determinación por la mejora en sus condiciones de trabajo.

En las escuelas privadas el paro se sintió con distinta intensidad en los últimos años. Este último ciclo, la mayoría de las huelgas contó con el aval del Sindicato Argentino de Docentes Particulares, (Sadop).  

"Claramente, los chicos que tuvieron más días de paro están en inferioridad de condiciones respecto de los que tuvieron todos los días de clases", admitió Finocchiaro.  "Los días perdidos no se recuperan", informó el secretario de Educación de la provincia de Buenos Aires, Sergio Siciliano.  

"Quizá se pudieron recuperar contenidos, pero los días fuera del aula se perdieron", asumió.  El funcionario explicó que no se dispusieron medidas para extender el calendario escolar "porque concluía el 19 de diciembre y quedaban solo tres días antes de Navidad. No cambiaba nada" dijo Siciliano.  

"El paro salvaje, constante y continuo como fue este año, hizo muy difícil una negociación", evaluó al culpar a los gremios por la pérdida de escolaridad de los alumnos.  "Es muy triste que los chicos pierdan tantos días. Pero es por responsabilidad del gobierno", evaluó Débora Cozzarini, directora de la Escuela N°9 de Florencio Varela.  

"No solo hay que pensar en los días perdidos sino en las condiciones que se dictan las clases", reflexionó.  La directora de escuela aseguró que en Florencio Varela cada paro tuvo una adhesión del 90 por ciento de los maestros.  

En otras escuelas el impacto fue mucho menor. Por caso, la escuela 41 de La Plata nunca estuvo cerrada por paro pese a que un tercio de su cuerpo docente pudo haber adherido a las sucesivas medidas de fuerza que se registraron este año.

"No se puede generalizar. En todas las escuelas no se sintieron igual las medidas de fuerza. Acá no se sintió tanto el paro", dijo, en cambio, Mauro Da Costa, director de la Escuela Secundaria N°57 de Los Porteños.  Pero el drama educativo no solo se expresa en los días de clases perdidos. También en los muy malos resultados académicos que requieren más tiempo de los niños dentro de las aulas.  

"Estamos mal en lectoescritura y matemática", admitió el ministro de Educación de la Nación, que antes de asumir ese cargo fue director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.  "Los peores registros se han dado en la escuela media", reconoció. Es decir en las escuelas secundarias. Esas escuelas donde este diciembre egresaron 120.000 chicos que tendrán serias deficiencias para insertarse en la universidad, si deciden una carrera de grado. O en el mercado laboral, ya que la mayoría de los egresados de las escuelas públicas no llegan a completar los estudios universitarios.