Jueves 25 de abril de 2024
27 MAR 2019 - 19:19 | Sociedad

Pasado, presente y futuro del Bar Celasco, tradicional en Dolores desde hace 90 años

Este mes por primera vez cambió de dueños. Ubicado en la céntrica esquina de Buenos Aires y Alem, mantiene su fachada original desde la década del 60.

El tradicional interior del Bar Celasco, como un viaje a la década del '60. Se trata de uno de los lugares gastronómicos más viejos de la región.

Todos los pueblos tienen un bar tradicional. Y en Dolores, sin dudas, es el Bar Celasco. No en vano, porque lleva 90 años en el mismo lugar de pleno centro de la ciudad. El tiempo no parece haber pasado: lo que en otros sitios es moda vintage, aquí es genuino, como el cuadro de un equipo de fútbol que representó al bar en 1979 que hoy en una estantería carga heroicamente su historia.

En 1930, Celasco y Magdalena pusieron un almacén de ramos generales y despacho de bebidas en la esquina de Buenos Aires y Alem. Con el tiempo, la propiedad se subdividió en varios locales y el bar pasó a ocupar el único que tiene entrada por calle Buenos Aires. En 1960, Mario Celasco, hijo del dueño, pasó a hacerse cargo del bar y le dio la apariencia que hoy mantiene. El 28 de febrero decidió retirarse y a partir de este mes el Bar Celasco continúa en manos de dos empleados: Ezequiel Moreni y Gustavo Mounet, que ahora se hacen cargo de mantener todo tal cual está con el mobiliario, los famosos sándwiches de matambre y especialmente, los clientes. “¿Sabés las veces que me quisieron comprar esos carteles?”, dice  Moreni, queriendo decir “ni locos nos desprendemos de ellos”.

Moreni recuerda los tiempos en que frente al bar –en lo que hoy es el Centro Cultural El Cóndor- estaba la terminal de micros. Para mucha gente, sobre todo los que llegaban del campo, venir a Dolores era venir al bar Celasco. 

¿Y ahora? Ambos insisten en que el secreto es la tradición.  “Es siempre la misma gente. La gente del Juzgado que viene a comprar el sándwich de milanesa o el de matambre que no hay otro. A la tarde, los que vienen a jugar al truco, al tute, al mus”. Sostienen que van a innovar introduciendo comidas calientes. Pero nada más. 

Esto lo confirma Carlos Aranciaga, mientras toma algo en su mesa de todos los días. “Es una tradición de pueblo. Es un bar tradicional de los pocos que han quedado en Dolores”, sostiene. 

La pregunta surge enseguida: ¿Es un bar solo de hombres? Moreni contradice diciendo que “vienen mujeres, nadie les falta el respeto. Pero es cierto que vienen más hombres. Por ahí las mujeres tienen un poco de vergüenza de ir al bar Celasco porque está lleno de hombres y me lo han dicho”. De todos modos, los nuevos dueños sostiene que “vamos a ver si poder hacer algo con eso”. 

Y brindan con los dos clientes que cerca del mediodía, cuando se hace esta nota, apuestan por la nueva firma y la larga vida de “lo de Celasco”. Salud