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22 JUL 2019 - 12:55 | Sociedad

Alcohol, alta velocidad e imprudencia: los agravantes por los que la fiscalía imputa a Pepo

El cantante de cumbia permanece en el Hospital de Dolores, mientras está imputado por homicidio culposo doblemente agravado.

El Honda CR-V blanco que conducía Pepo volcó en el km 8,5 de la ruta 63 que une Dolores con la Ruta 11 rumbo a La Costa.

Rubén Darío Castiñeiras, el popular cantante de cumbia conocido como Pepo, conducía “en forma imprudente, negligente y antirreglamentaria”, “a alta velocidad en una ruta con escasa visibilidad y calzada húmeda” y “consumiendo bebidas alcohólicas”, cuando perdió el control de Honda CR-V blanco y volcó en el kilómetro 8,5 de la ruta 63.

Como consecuencia del accidente, murieron en el acto dos de sus músicos, Ignacio Farid Abosaleh y Marcelo Nicolás Carabajal. La otra ocupante del vehículo, Romina Candia, sufrió politraumatismos varios pero ya fue dada de alta.

El cantante continuaba este lunes internado en el Hospital San Roque de Dolores, con traumatismos que incluyen una fractura de costilla, mientras se hacía cargo de su defensa el abogado Miguel Ángel Pierri.

El fiscal Diego Bensi se hizo cargo de la investigación, en reemplazo de la doctora Verónica Raggio, quien llevó adelante las primeras actuaciones. Bensi dijo que, como es de rigor, se llevaron adelante las pericias correspondientes, que incluyen la extracción de sangre para determinar la existencia de alcohol, pero que los resultados aún no estaban listos. También se está buscando determinar a qué velocidad conducía en la noche neblinosa y las razones por las que se produjo el vuelco.

Candia, en su declaración testimonial, indicó que era Pepo quien conducía –algo que en un primero momento negó el cantante- y que venían consumiendo vodka dentro del auto mientras se dirigían a La Costa para dar un recital en San Bernardo, confirmó el fiscal.

Por su parte, Miguel Ángel Pierri dijo que el accidente se había producido porque el conductor esquivó algo que se le cruzó en la ruta, un obstáculo o un animal, y a raíz de esto, perdió el control. “Venían a una velocidad normal y con las balizas puestas”, señaló el defensor. Desestimó la cantidad de alcohol que venían consumiendo, por lo que esperan el resultado del test de alcoholemia como una de las pruebas importantes. También dijo que Pepo no declarará por el momento y que “hay un camino viable para su libertad”.

Una de las cuestiones claves en el caso es la posibilidad de que Castiñeiras sea condenado por “homicidio culposo doblemente agravado”, tal como solicitó la fiscalía. Dado que tiene antecedentes penales por robo, si es hallado culpable deberá cumplir efectivamente la pena que se le imponga. Por la ley de tránsito, el homicidio culposo tiene una pena de entre tres y seis años de prisión.