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24 OCT 2019 - 08:59 | Sociedad

Aniversario de Mar del Tuyú: dos pioneras nos recuerdan pasajes de una rica historia

La localidad cabecera del Partido de La Costa cumple 74 años y la primera directora y una de las primeras egresadas de la escuela primaria son historia viva de Mar del Tuyú.

Lidia Sartorio de Varela fue la primera directora de la escuela primaria y Eva Romero una de las primeras egresadas. Historia viva de Mar del Tuyú.

Hoy jueves, Mar del Tuyú cumple 74 años de su fundación establecida el 24 de octubre de 1945, una semana exacta después del nacimiento del peronismo, y para homenajear a la localidad cabecera del Partido de La Costa dos mujeres pioneras cuentan la historia de la primera escuela que tuvo el pueblo.

Eva Romero, una de las primeras egresadas en los años 60 y Lidia Sartorio de Varela, directora de la misma durante 34 años, se reúnen para hacer un viaje al pasado relatando sus recuerdos.

En 1952 se creó la primera escuela en Mar del Tuyú con el nombre de escuela Láines N° 225, en 1970 pasó a ser escuela N° 25 hasta que en 1971, mismo año en que la Sra. Lidia Sartorio llega como directora, se convierte en la actual primaria Nº 6 “Rosa Cazaux de De Elías” ubicada en calle 3 entre 74 y 75.

“Llegué a esta escuela designada como directora titular el 2 de marzo de 1971 y a los 20 días me casé. Mi matrimonio caminó a la par de la escuela. Era una escuelita muy pequeña con dos aulas, vivienda para el directivo y una galería. Teníamos 22 nenes de primero a séptimo, una maestra que se encargaba de 4°, 5°,6° y 7°, y yo con 1°, 2° y 3° grado. Al ser sólo dos docentes los padres mandaban a los hijos a la actual escuela N° 4 (entonces N°7), de Santa Teresita, pero era difícil llegar allá porque el colectivo pasaba cada 2 o 3 horas y si no tenían un medio de movilidad se complicaba viajar desde Mar del Tuyú hasta la Avenida 41 de Santa Teresita”, cuenta Lidia.

Para saber como estudiaban los niños a partir de su fundación, Eva Romero cuenta parte de su infancia: “Cuando empecé el primario en 1960, no teníamos escuela en Mar del Tuyú a donde ir y las clases se dictaban en lugares que la gente iba prestando como la estación de servicio de 73 y Costanera, el Hotel Santa Rosa, en lo de Nikodem, Raúl Crespo (padre), Raftery, Ilio Minicheli y algunos otros. La maestra era Nelly Mabel Onorati y la mayoría de los chicos de aquella generación cursamos todos juntos de primero a sexto grado con ella, ya que era la única docente que había. Onorati llegaba a dar clases con su motoneta, elegantemente vestida con su guardapolvo blanco impecable, por las calles de arena desde Santa Teresita, lugar donde vivía, hasta Mar del Tuyú, y siempre llegaba puntual. No sólo nos enseñaba, nos educaba con el ejemplo como el de cumplir horarios, la responsabilidad, el cuidado de la ropa y del guardapolvo, de estar limpios, del respeto, de hacer fila y silencio al izar o arriar la bandera. Nos enseñó el amor por la lectura y muchas cosas que para nosotros fueron muy importantes”, recuerda Eva con nostalgia.

Con una mini escuelita y pocos niños, la jovencita directora Sartorio, al asumir su cargo en 1971, tenía una meta: que todos los niños de Mar del Tuyú fuesen a la escuela.

“Empecé a buscar alumnos por todos lados, salimos con la promesa a los padres de que si ellos nos mandaban a sus hijos nos iban a poner más maestros. Fue complicado convencerlos pero al 2° año ya tuvimos 5 maestras por la cantidad de alumnos que habíamos conseguido”.

En busca de recaudar fondos para realizar ampliaciones en la escuela, Sartorio comenzó a realizar distintos eventos y siempre atenta a cualquier oportunidad que se le presentase. En aquellos años la gente no tenía teléfono y en el único lugar que había era en el Hotel Playa Verde en donde las colas de gente para comunicarse con sus familiares de Buenos Aires eran increíbles. Un día, Sartorio se entero que Telefónica ponía un tráiler con teléfonos públicos a “Instituciones de Bien” y enseguida hizo los trámites hasta conseguirlo, lo pusieron en un baldío cerca de la escuela que luego fue trasladado a calle 56.

“La gente hacia colas de más de media cuadra todos los días para poder hablar y a nosotros nos dejaba más del 50% de la recaudación diaria. Con lo recaudado se hizo el salón de usos múltiples de 280 metros cubiertos que se añadió a la galería existente. Jorge Guitelman, junto a mi esposo Jorge Varela y otros más añadieron la loza con techo de tejas a la galería y todo gratis, no cobraba ninguno. La comunidad tenía otro compromiso con las instituciones apoyando y trabajando todos juntos logramos que la escuela creciera a pasos agigantados”, cuenta Lidia.

La escuela N°6 “Rosa Cazaux de De Elías fue la primera que tuvo laboratorio y computadoras.

El primer Jardín de Infantes de Mar del Tuyú subvencionado por la cooperadora funcionó en esta escuela, y luego fue trasladado al Club de Mar del Tuyú. Años después consiguieron un terreno donado en donde se hizo el Jardín de Infantes N° 904 dentro del óvalo frente al Muelle de la localidad, en donde existe actualmente. Luego se creó la primera escuela secundaria de la localidad, cediendo dos aulas del edificio para que funcionara de 1° a 5° año. Hoy aquella primera escuela secundario es la Escuela N°13 “René Favaloro”.

“La comunidad participaba en cada evento que se hacía y los miembros de la escuela, directivos como docentes, hacíamos de mozos, cocinando y atendiendo a la gente. Era una escuela de puertas abiertas a donde toda la sociedad de Mar del Tuyú mandó a sus hijos en dónde había chicos de clase media, alta y chicos de condición muy humilde. Mis hijos, Sebastián y Diego, estudiaron aquí pudiendo haberlos mandado a la escuela privada de Santa Teresita pero quise demostrarle a los padres que mis hijos, lo que más quiero en mi vida, iban a ir a esta escuela pública”, afirma con orgullo Sartorio.

“Siempre digo que un pionero es aquel qué hizo una obra, se esforzó y trabajo para mantenerla tal como lo hizo Lidia a quien siempre admiré, afirma a su lado Eva Romero.

En el 2005 Lidia se jubiló con 37 años de servicio, de los cuales 34 fueron como directora al frente de una escuela a la que quiso, defendió y trabajo en ella, como si fuera su hogar. “Tuve posibilidades de hacer otras carreras para ascender pero no quise, mi lugar siempre fue este. Creo que 34 años en la misma escuela es para el Libro Guinness”, concluye riendo Lidia, una luchadora de Mar del Tuyú y pionera de la educación de la localidad.