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22 AUG 2020 - 15:34 | Sociedad

Científicos hallaron hormonas de origen humano en un arroyo de Chascomús

Investigadores del Conicet analizaron muestras y encontraron altas concentraciones de etinilestradiol, un estrógeno presente en la desembocadura de una planta de tratamiento de aguas residuales domiciliarias.

Científicos argentinos del Conicet encontraron presencia de altas concentraciones de un compuesto humano, denominado etinilestradiol, en aguas cercanas a la desembocadura de una planta de tratamiento de aguas residuales domiciliarias en un arroyo ubicado en Chascomús.
Se trata de un estrógeno esteroídico sintético, derivado del estradiol, para administración oral. Al igual que el estradiol, el etinilestradiol ocasiona un aumento del grosor y la cornificación de la vagina y promueve la proliferación del endometrio. El compuesto es un estrógeno activo administrado por vía oral e indicado en fórmulas que componen la píldora anticonceptiva. El etinilestradiol fue el primer análogo del estrógeno sintetizado en Berlín en 1938, y es uno de los medicamentos más usados en el mundo.

“Es una señal de alerta, un semáforo que se está poniendo en amarillo y nos da una pauta sobre la manera en la que la actividad humana impacta en el medioambiente”. De esa manera el investigador del Conicet Gustavo Somoza define las conclusiones del último trabajo científico que acaba de publicar junto a su equipo del Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH, Conicet-UNSAM) en la revista Science of The Total Environment, en el que dan cuenta de la presencia de hormonas sexuales humanas naturales y sintéticas en aguas de un sector de la laguna de esa ciudad bonaerense.

El estudio fue parte de la tesis doctoral de la becaria del Conicet Anelisa González, quien actualmente se desempeña en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y en el que colaboraron expertos del Centro de Investigaciones del medio ambiente (CIM, Conicet-UNLP-CICPBA) y la Universidad de Florida, Estados Unidos.

La investigación se basó en muestras tomadas en distintos puntos aguas arriba y abajo del arroyo Girado, donde se encuentra la salida del desagüe de los líquidos cloacales del municipio. Ese cuerpo de agua conecta la laguna de Chascomús con el sistema de lagunas encadenadas que desembocan en el Río Salado y luego en el Río de la Plata. Los expertos midieron la concentración de siete hormonas sexuales naturales excretadas por humanos, entre ellas estradiol y testosterona, presentes en mayor proporción en mujeres y hombres, respectivamente, y la hormona de origen sintético etinilestradiol, que suele utilizarse en la producción de píldoras anticonceptivas femeninas. “Las hallamos todas”, subrayó Somoza.


Un dato positivo que arroja el trabajo es que la concentración más marcada de estas sustancias se da justo debajo del desagüe de la planta de tratamiento ubicada en el arroyo Girado, pero los niveles disminuyen en las muestras tomadas en puntos más alejados. “Si uno va aguas abajo hacia la laguna Adela, a unos 4.500 metros ya la presencia es baja, y en el centro de la de Chascomús no hay nada”.

Según detalla el experto, la presencia de la hormona sintética etinilestradiol fue detectada exclusivamente aguas abajo de la planta de trat  amiento, lo que confirma que tiene origen en los residuos cloacales. 

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