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16 SEP 2020 - 09:25 | Sociedad
Efemérides

Mascha Kaléko: quién fue la mujer que el doodle de Google homenajea hoy

Hace 46 años, la poeta judía alemana realizó su lectura final en la Biblioteca America Memorial de Berlín.

La obra lírica de Mascha Kaléko mantiene aún una gran cantidad de seguidores por su sencillez, lenguaje directo y temática urbana.

Los continuos cambios de residencia en su infancia, en tiempos de la Alemania nazi, despertaron en Mascha Kaléko una sensibilidad especial que la acompañaba en su adaptación, aunque a lo largo de su vida esos cambios de país de residencia le produjeron gran dolor. La precocidad de sus poemas y la relación con los destacados intelectuales y artistas de la vanguardia alemana de los años 30 del Siglo XX supusieron un espaldarazo para su carrera literaria.

Golda Malka Aufen, el verdadero nombre de quien más tarde se haría llamar Mascha Kaléko, nació el 7 de junio de 1907 en Chrzanów, en el aquel momento Imperio Austrohúngaro y hoy sur de Polonia. Fue hija ilegítima del ruso de ascendencia judía Fischel Engel y de su esposa, la austro-judía Rozalia Chaja Reisel Aufen. Su infancia transcurrió en unas precarias condiciones por la situación política y social del convulso inicio de siglo XX. Al estallar la Primera Guerra Mundial huyó junto a su madre y su hermana Lea de la persecución para instalarse en Fráncfort del Meno. Dos años después, la familia se trasladó a Marburg y, finalmente, en 1918 lo hicieron a Berlín, empezando a residir en Spandau.

A los 16 años, y tras dejar la escuela, empezó a trabajar como secretaria y trasladó esas experiencias a sus primeros poemas. La obra de Mascha tuvo éxito casi inmediato por la inusual combinación de descaro y a vez melancolía. Esos poemas fueron trasladados a canciones que ella misma interpretó y que también hicieron suyas cantantes como Claire Waldoff y Rosa Valetti en la radio y en cabarets. Tras la prohibición por los nazis, las canciones fueron copiadas y distribuidas en secreto, según destaca eldiario ElPaís de España.

Mascha Kaléko completó su formación con la asistencia a cursos nocturnos de filosofía y psicología en la Universidad de Lessing y en la Universidad Humboldt, en Berlín, y comenzó a trabajar como aprendiz en la Oficina del Bienestar de los trabajadores de las organizaciones judías en Alemania.

La joven poeta conoció al filólogo y maestro de hebreo Saul Aaron Kaléko, con quien se casó el 31 de julio de 1928 y de quien tomó su apellido que utilizó siempre como artístico. Hacia finales de esa década, Mascha Kaléko entró en contacto con la vanguardia intelectual de Berlín y era frecuente verla en conversaciones profundas en el Romanische Café, el emblemático centro bohemio.

En 1933 realizó un curso de escritura publicitaria en la Escuela Reimann y publicó ‘Cuaderno de taquigrafía lírica’, lo que además de las alabanzas de la crítica le valió la del filósofo Martin Heidegger, que dijo que “su libro demuestra que usted sabe todo lo que a los mortales les está dado saber”. La obra fue un éxito aunque no se libró de la hoguera nazi al enterarse las autoridades alemanas de que era judía.

Mascha emigró en septiembre 1938 a Estados Unidos. La pérdida del hogar y la lengua materna golpearon duramente en la estabilidad de la poeta, y sus composiciones pasaron a estar fuertemente influenciadas por este dolor. Su regreso a Alemania se produjo en 1956 y coincidió con la reimpresión del ‘Cuaderno de taquigrafía lírica’, con el que Kaléko recuperó la popularidad y comenzó a realizar exitosas giras de lectura por Europa.

En 1960 se le quiso reconocer con el Premio Fontane, de la Academia de Artes de Berlín. Sin embargo, lo rechazó por la presencia de un miembro de las SS en el jurado. Ese año su vida volvió a dar un brusco giro con otro viaje, esta vez a Jerusalén debido al trabajo de su esposo Chemjo Vinaver. El lugar y la cultura supusieron un vacío más grande aún que el que experimentó en Estados Unidos, y nunca se sintió adaptada ni a gusto.

Continuó publicando en la década de los años 60 y principios de los 70, pero sus obras ya no tuvieron tanto éxito. La salud de Mascha Kaléko y de su marido empezó a deteriorarse y en 1968 su hijo, que se había convertido en un exitoso dramaturgo en Estados Unidos, murió repentinamente, causando un gran ‘shock’ a Mascha, del que nunca se recuperó. Cinco años después, en 1973, Chemjo Vinaver también murió, aumentando el aislamiento del mundo de Kaléko.

A pesar de estos golpes del destino, encontró la fuerza para volver a escribir y publicó sus últimas obras en lo que se considera una fase final de creatividad: '¿Cómo va la Luna? y ‘Tiene todo sus dos inconvenientes’.

El 16 de septiembre en 1974, Mascha Kaléko realizó una lectura de su obra en la Biblioteca Conmemorativa de América de Berlín. Poco menos de un año después, el 21 de enero de 1975, murió a raíz de un cáncer de estómago, a los 67 años.

La obra de Mascha Kaléko supo captar y reflejar con ingenio la esencia de la vida urbana diaria y de la gente común durante el ocaso de la República de Weimar en Alemania, pero también exploró temas de peso como la injusticia social y el exilio a través de versos satíricos. Sus textos tuvieron tanto éxito y fueron tan alabados que formaron parte de canciones que aún se interpretan.