Miércoles 24 de abril de 2024
29 SEP 2020 - 12:39 | Sociedad
Judiciales

A 23 años de su muerte, la familia de Emilio Blanco espera el juicio contra el comisario de Chascomús, Tomás Freites

El joven de 16 años murió a causa de torturas recibidas en la comisaría de ese distrito. En 2015 fue condenado a perpetua el jefe de calle, Fermín Basualdo. Ahora debe juzgarse al titular de la dependencia.

Elías Blanco, padre de Emilio, en el lugar donde fue arrojado el cuerpo de su hijo, víctima de las torturas infligidas por la policía en 1997. (Foto: Mauro V. Rizzi/La Nación)

La muerte de Emilio Blanco es uno de los casos más conmovedores sucedidos en la ciudad de Chascomús, al punto que 23 años después sigue movilizando a la comunidad.

Emilio Blanco tenía 16 años el 28 de septiembre de 1997 cuando salió para reunirse con sus amigos en el centro de la ciudad. En su trayecto, fue levantado por una patrulla policial y llevado a la comisaría, donde murió a causa de las torturas recibidas. El cuerpo fue arrojado junto a las vías para fingir un accidente.

Lo tremendo es que a la familia de Emilio le llevó 18 años lograr el juicio y la condena del jefe de calle de la dependencia policial y ahora van por la segunda parte del juicio, el que deberá sustanciarse contra Tomás Freites, el titular de la comisaría.  
El abogado de la familia Blanco, Gustavo José López, dijo que “esta es una asignatura pendiente, que después de más de dos décadas, nos debe llevar a reflexionar si cada uno de nosotros –ciudadanos de Chascomús– estamos comprometidos en luchar contra las motivaciones y contexto social de esa época nefasta, y asimismo deberíamos alarmarnos porque responsables del homicidio convivan aún ‘libremente’ con todos nosotros”.

En sus redes sociales, expresó que “deberíamos plantearnos y conocer el compromiso de los poderes institucionales por erradicar y denunciar a bandas armadas que efectuaban apremios ilegales y lucraban con la droga impunemente”.

Para López “no caben dudas que la colaboración con la investigación desde los tres poderes del Estado podría haber sido distinta, más comprometida o por lo menos disculparse por la inacción institucional. Sin lugar a equívocos, esta es otra asignatura pendiente”.