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09 NOV 2020 - 11:52 | Sociedad
Economías regionales

Dolores: avanza un proyecto de producción vitivinícola

La Finca Los Naranjos trabaja en instalar este cultivo no tradicional en la zona y apunta a producir vinos y a generar un proyecto de enoturismo.

El mapa elaborado por @geografiadelvino, una cuenta de Instagram con 16.000 seguidores, incluye 34 localidades y parajes bonaerenses donde se desarrollan proyectos vitivinícolas.

Entre los cultivos no tradicionales, los viñedos comienzan a ser una apuesta importante en la provincia de Buenos Aires. Y, dentro de los lugares que vienen experimentando con la posibilidad de producir vinos, figura Dolores con un proyecto que se lleva adelante en terrenos de la Escuela Agraria de la ciudad.

Matías Morello y Cristian Sánchez iniciaron hace un año la aventura de instalar un viñedo en una provincia que, poco a poco, viene retomando una producción que fue muy importante en el siglo XIX y ha comenzado a crecer en los últimos tiempos.

Un entorno privilegiado
La primavera está alentando el crecimiento de las 4.800 plantas de vid que vinieron de Mendoza y esperan alcanzar los tres años requieren para empezar a producir uvas para vino. El lugar elegido es el viejo vivero de la escuela agraria, que todavía conserva una vieja vivienda que tiene grabado en el frente la leyenda Los Naranjos. Y ese es el nombre que llevará el emprendimiento que incluirá la refacción de ese edificio para albergar la bodega, el puesto de venta y el lugar donde se recibirán turistas e interesados en el proyecto.

Es que el esquema planeado por Morello y Sánchez incluye integrar el viñedo y la bodega a la red de enoturismo que se viene desarrollando en todo el país y de la que la ciudad de Dolores pretende ser parte activa.

Buscar la mejor cepa
De acuerdo con lo que el clima y la tierra de la región ofrecen, la cepa tannat es la más extendida. Por eso, la mayor parte de las plantas que Morello y Sánchez han plantado son de este tipo. Aunque, como la idea es ir abriendo camino y explorando, también han plantado variedades de syrah, bonarda, merlot, anchelota, tempranilllo y cabernet sauvignon entre las uvas tintas, y entre las blancas, chardonay y sauvignon blanc.

En la Provincia se están llevando a cabo desarrollos vitivinícolas en la zona de Tandil, Mar del Plata, Uribelarrea y Ventania, entre otros.

Morello explica que, en esta región, “a diferencia Mendoza el crecimiento es mucho más rápido. Y tienen que ser plantas de ciclo corto porque en marzo tenemos las primeras heladas, así que hay que cosechar en febrero, a más tardar en marzo”.

Por eso la idea es “experimentar, probar, ver cuáles son las cepas que mejor se desarrollan en estos terrenos y en este clima”. Además, indican, “se requiere mucha tarea manual”.
Por otra parte, el proyecto se propone además “hacer un desarrollo turístico tratando de potenciar la zona”. Para ello, planean hacer “sinergia con los quinteros que hacen frutales, con la producción de la Escuela de Fruticultura, y explotar el valor turístico del entorno que es muy lindo y tiene mucho potencial”, indicaron.

Una producción en ascenso
En la provincia de Buenos Aires la producción vitivinícola está en ascenso, con la decisión de los ministerios bonaerenses de Producción y de Turismo bonaerenses de fomentarla.

En 1935 el gobierno de Agustín P. Justo creó la Junta Reguladora de Vinos con el objetivo de regular la producción ante la crisis que golpeaba a la industria por el exceso de oferta y la baja del consumo. Por reclamo de las provincias cordilleranas -que vivían de esta industria- al año siguiente se puso en marcha el control y restricción de producción de vinos en todo el país y se decretó que no se debía producir vino otro lugar del país que no sean las provincias aledañas a la Cordillera de los Andes. En 1993 se liberó la producción de vinos y allí comenzaron a resurgir bodegas en Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, San Luis y Entre Ríos.