Miércoles 24 de abril de 2024
15 MAR 2021 - 09:17 | Sociedad
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Murió por Covid el cura abusador que estuvo 40 años como párroco de Dolores

Había sido excluido del sacerdocio en 2015. Estaba radicado en Mar del Plata. Una historia de pedofilia y complicidad.

Hamerler nunca compareció ante la Justicia y se mantuvo en su puesto hasta 2008, fecha en que intempestivamente abandonó Dolores.

En Mar del Plata, dónde estaba radicado desde 2008, murió víctima de Covid Rodolfo Hamerler, el cura pedófilo que durante 40 años estuvo al frente de la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores.

Hamerler había sido expulsado del sacerdocio por el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, en 2015, luego de que numerosas víctimas, ya personas adultas, prestaran su testimonio ante la curia. El mismo obispado fue el encargado de difundir la noticia de su fallecimiento en las últimas horas del domingo.

El de Hamerler es uno de los tantos curas abusadores que la Iglesia protegió durante años. Las primeras denuncias en su contra se iniciaron en 1975, por parte de los padres de un grupo de niñas de 12 años que asistían al colegio católico del que era asesor legal. Según los relatos de las víctimas, Hamerler aprovechaba el momento de la confesión para manosearlas en sus partes íntimas.

Sin embargo, pese a todo esto, el caso nunca llegó a la justicia y el abusador se mantuvo en su puesto hasta 2008, fecha en que intempestivamente abandonó la ciudad. Se había reactivado la causa canónica en su contra y 7 años después fue excluido del sacerdocio.

Hamerler fue protegido durante los años de plomo de la dictadura militar por el arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, quien figura en el Nunca Más como uno de los cómplices del gobierno dictatorial.

Además, entre los asiduos visitantes a la casa parroquial de Dolores estaba Cristian Von Wernich, ex capellán de la Policía Bonaerense durante ese período, quien fue condenado en 2007 a reclusión perpetua por hallarlo culpable de 34 casos de secuestro, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados.

Pero más allá de la recuperación de la democracia, y pese a que en diversos períodos las víctimas volvían a pedir ante las autoridades eclesiásticas la remoción de Hamerler de su cargo tanto en la parroquia como en el colegio, fue sostenido al frente de la iglesia principal de la ciudad y en carácter de tal participó de todos los actos oficiales que en ella se realizaron en un lugar preferencial.