Martes 23 de abril de 2024
03 MAR 2022 - 23:01 | Sociedad

Señor Juez ¿dónde está mi marido?: el informe del caso Darío Jerez realizado por Telefe Noticias

Viviana Zubiaurre, su esposa, lo busca desde hace 20 años y no va a bajar los brazos. Un pedido de justicia y la historia que marcó al Partido de La Costa.

Darío Jerez desapareció el 25 de octubre de 2001 y nunca se supo nada más de él.

Darío Jerez desapareció hace 20 a plena luz del día en Santa Teresita. A la fecha no hay indicios de lo que pudo haberle pasado y su familia no deja de buscarlo. En un informe especial, Telefe Noticias entrevistó a Viviana Zubiaurre, su esposa, quien se pregunta “Señor Juez ¿dónde está mi marido?”.

“Señor Juez, le pido por favor que me escuche. Mi marido, Darío Jerez, desapareció el 25 de octubre de 2001 en nuestra ciudad, Santa Teresita. La justicia nunca hizo lo necesario para identificar a los responsables de la desaparición. Ya pasaron casi 21 años, pero yo no estoy dispuesta a rendirme. Quiero saber qué le hicieron a Darío, quiénes fueron y quiero saber dónde está su cuerpo”, escribe Viviana en un cuaderno.

En la entrevista brindó detalles de la desaparición de Darío y todo lo que tuvo que atravesar la familia hasta el día de hoy. “La última vez que lo vi fue el 25 de octubre de 2001 por la mañana cuando él se fue a trabajar y quedó que al mediodía nos venía a buscar a mi hijo más chico y a mí para llevarlo a la escuela y a mí al jardín donde trabajaba en ese momento. Se hizo el mediodía y no llegó así que nos fuimos con mi hijo. Trabajaba haciendo preventa de golosinas. A las 4 de la tarde le hablé a un compañero de él de trabajo para que me averiguara si Darío había pasado los pedidos a la central de Mar de Ajó, cuando me dice que no le pedí que viniera y me ayudara a buscarlo porque sabía que algo le había pasado”, relató.

Inmediatamente se dirigió a radicar la denuncia: “En la Comisaría me decían que había que esperar 24 horas para salir a buscarlo. Recuerdo como si fuera hoy que agarré a un funcionario de la Comisaría del cuello para decirle que lo salgan a buscar porque algo le había pasado y cuando salgo hacia afuera el pueblo entero estaba parado frente a la Comisaría. La gente salió a buscarlo, bomberos voluntarios hicieron cuadrillas y se barrió el Partido de La Costa”, contó.

Viviana indicó que ambos trabajaban a tiempo parcial en una financiera, ella era encargada de hacer tarjetas de crédito y Darío iba a los comercios a ofrecer créditos.

Al momento de su desaparición “Darío estaba en un comercio y el dueño dice que lo estaba esperando un hombre afuera, una persona alta y rubia de pelo corto, y lo ven irse caminando con esta persona. Otro testigo dice que donde Darío había dejado el auto estacionado vino otro auto, se le estacionó atrás en 45 grados y otras personas habrían estado hablando con él. De ahí nunca más supimos de él”, recordó.

Respecto del accionar de la justicia contó entre lágrimas que “no hacía una semana que Darío había desaparecido y la fiscal me dijo que Darío estaba en el Caribe con dos negras que lo apantallaban, cuando yo aun no podía procesar lo que me estaba pasando”.

Además, recordó: “Los últimos días estaba como temeroso, me pedía que cerrara la ventana del lavadero, algo que en un pueblo es común tener la ventana o la puerta abierta”.

Viviana consideró que “Darío estuvo en el lugar equivocado, que vio algo que no debía ver, que le dieron algo para llevar en el auto”, la realidad es que a 20 años de su desaparición aún no hay nada.

Con la justicia estancada, sin testigos que aporten nuevos datos, una recompensa mínima de 500 mil pesos para quienes aporten información la familia no se detiene. La causa sigue abierta, pero está igual que el día cero de la investigación.

“Nos han dicho que la tierra se lo tragó, la tierra no se traga a nadie. Como familia merecemos una respuesta. Continuamos la vida porque le pusimos garra y Darío se merece que yo lo siga buscando porque no puede ser que la justicia argentina lleve 20 años sin saber qué fue de una persona que era un trabajador, un padre de familia, una buena persona. Nos han dicho que como él era tan bueno no hay de qué agarrarse”, cerró.