Viernes 29 de marzo de 2024
23 NOV 2022 - 09:24 | Sociedad
Judiciales

Muerte en una comisaría de San Clemente: cómo está la causa judicial a 1 año del asesinato de Alejandro Martínez

Laura Lagana, ex pareja de la víctima y madre de uno de sus hijos, pidió que la Cámara de Apelaciones de Dolores confirme la elevación a juicio del caso que involucra a 9 miembros de la Policía Bonaerense.

Los 3 principales acusados cumplen prisión preventiva en la Unidad Penal 44 de Batán; los otros 6 efectivos fueran liberados por falta de mérito.

Los familiares de Alejandro Nicolás Martínez, el hombre de 35 años que falleció el 18 de noviembre de 2021 mientras se encontraba detenido en una comisaría de San Clemente del Tuyú, pidieron que los 9 policías acusados de asesinarlo sean juzgados por el hecho, y "que todos paguen, para que el crimen no quede impune".

"Pedimos justicia por la memoria de él, y para que el crimen no quede impune. Queremos que paguen todos los responsables", exigió Laura Lagana, ex pareja de Martínez, y madre de uno de sus hijos.

Lagana pidió en ese sentido que la Cámara de Apelaciones de Dolores confirme la elevación a juicio del caso, y que los 9 miembros de la Policía Bonaerense imputados por el hecho sean juzgados, tal como dispuso el último 11 de octubre el juez de Garantías 4 de Mar del Tuyú, Diego Olivera Zapiola.

Tras la apelación presentada por las defensas de los acusados, el tribunal debe definir si confirma o revoca la decisión del magistrado, informó la Agencia Télam. "Esperamos que el fallo del juez de Garantías sea confirmado, tanto para los 3 coautores como los 6 partícipes necesarios. Queremos que todos vayan a juicio", pidió la ex pareja de la víctima, que además es abogada.

Los efectivos José Pereyra (35), Christian Rohr (31) y Maximiliano Munche (48) están imputados como coautores del delito de "homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento, por el concurso premeditado de más de dos personas y por haber sido cometido por miembros de una fuerza de seguridad abusando de sus funciones".

A su vez, los policías Laura Chiarullo (36), Evelyn Garófalo (28), Jaqueline Mansilla (30), Carla Cantarella (30), Sandro Mujica (35) y Miguel Boulos (54) están acusados de ser "partícipes secundarios". En ese sentido, Lagana consideró que "todos fueron responsables del hecho, por acción o por omisión, porque estuvieron ese 18 de noviembre en la comisaría donde fue asesinado".

El reclamo fue amplificado por otros familiares y allegados de Martínez, que se concentraron en la tarde del viernes pasado en la plaza principal de la localidad bonaerense de Brandsen, al cumplirse 1 año del hecho.

El crimen de Martínez
Según la investigación del caso, Martínez murió en la comisaría 3ª de San Clemente tras ser trasladado en un patrullero desde el Hotel Fontainebleau, ubicado en calle 3 y avenida Costanera, luego de que empleadas del lugar denunciaran que estaba provocando daños en la habitación del 7º piso en la que se hospedaba.

Un llamado desde esa seccional a la Unidad Funcional de Instrucción 11 (UFI 11) de Mar de Ajó, que intervino inicialmente, reportó la aprehensión del hombre por "daños" a las 0:58 del 18 de noviembre, y menos de una hora más tarde, una nueva comunicación indicó que había fallecido, por lo que se inició una causa por "averiguación causales de muerte".

El fiscal Pablo Gamaleri, titular de esa unidad descentralizada, ordenó la autopsia del cadáver, que reveló que había muerto a causa de una "asfixia mecánica" y que además había sufrido golpes y lesiones.

A raíz de las pruebas recolectadas, dos días más tarde fueron detenidos los 9 policías, y tras esas medidas, el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, y las defensas de los efectivos cuestionaron los resultados de la autopsia, por lo que se dispuso una nueva.

La segunda, realizada nuevamente en el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, confirmó los resultados de la primera e, incluso, estableció que el cuerpo presentaba lesiones que no habían sido notificadas en el análisis inicial.

Tras esas pericias, la causa quedó a cargo del fiscal Martín Prieto, titular de la UFI 2 descentralizada de La Costa, quien luego de 10 meses de investigación, pidió a mediados de septiembre que los 9 acusados vayan a juicio.

Cómo fueron los hechos
Para el fiscal quedó acreditado que todos los 9 policías "planificaron dar muerte" a la víctima, "asignándose y cumpliendo cada uno de ellos un rol determinado".

Prieto consideró que los efectivos Pereyra, Rohr y Munche "ejercieron una extrema violencia física" sobre Martínez dentro de la seccional, "propinando golpes de puño, y aplastando múltiples partes del cuerpo mediante diversas maniobras durante un lapso temporal de unos aproximados 10 minutos".

Precisó además que, de acuerdo a las dos autopsias realizadas al cuerpo, la víctima sufrió "múltiples lesiones" así como "fracturas costales derechas, infiltrado hemorrágico, aponeurosis epicraneana frontoparietal, cianosis cervicofacial y en tercio superior de tórax con infiltrado petequial en piel, en pulmones y corazón", lo que le provocó "un paro cardíaco traumático".

El fiscal entendió a su vez que el resto de los imputados "brindaron la cobertura necesaria para que" los otros tres "no corrieran ningún tipo de riesgo", y para "asegurar el resultado de lo planificado, omitiendo dolosamente y abusando de los deberes a su cargo proporcionaron el ambiente y circunstancias necesarias a fin de obtener el resultado planificado, dar muerte al Sr. Martínez".

Los 3 principales acusados cumplen prisión preventiva en la Unidad Penal 44 de Batán, luego de que la Sala II de laCámara de Apelaciones de Dolores confirmó en marzo la medida dispuesta en ese sentido por el juez, consignó Télam.

Los camaristas dispusieron, en cambio, que los otros 6 efectivos fueran liberados por falta de mérito, pese a que el juez de Garantías también había dispuesto que continuaran detenidos por entender que intentarían "eludir la acción de la Justicia".

Desde el inicio de la instrucción, 8 de los acusados brindaron declaración indagatoria y en todos los casos rechazaron las acusaciones, mientras que Pereyra optó por no declarar.