Sábado 21 de junio de 2025
21 JUN 2025 - 13:08 | Sociedad

Día Mundial de la Lucha contra la ELA: síntomas, causas y el tratamiento que brinda esperanza

La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa que, aunque no tiene cura, hoy cuenta con terapias que pueden mejorar la calidad de vida. Qué hay que saber y por qué el 21 de junio es una fecha clave.

Si bien no tiene cura hay tratamientos mejoran la calidad de vida.

Qué es la ELA y por qué se conmemora este día

Cada 21 de junio se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que afecta las neuronas motoras del cerebro y de la médula espinal. Estas células son las que controlan los movimientos voluntarios y, al deteriorarse, los mensajes dejan de llegar a los músculos, lo que provoca debilidad, rigidez y atrofia progresivas.

La Asociación ELA Argentina explica que la enfermedad puede impactar el caminar, el habla, la deglución y la respiración, pero no todos los síntomas aparecen en todos los pacientes ni al mismo tiempo. Se estima que en Argentina la padecen 7 de cada 100.000 personas.

 

​​Síntomas de la ELA: los primeros signos a tener en cuenta 

Entre los síntomas iniciales más frecuentes están:

• Contracciones musculares en brazos, piernas, hombros o lengua.

• Calambres y rigidez muscular (espasticidad).

• Debilidad en brazos, piernas, cuello o diafragma.

• Dificultad para hablar, masticar o tragar.

Causas: lo que se sabe hasta ahora

Las causas de la ELA siguen siendo un gran interrogante para la ciencia. Aunque existen numerosos estudios sobre factores genéticos, metabólicos y proteicos, todavía no hay una explicación definitiva sobre el origen de esta enfermedad.

Tratamiento: cómo se enfrenta la ELA hoy

Si bien la ELA no tiene cura, algunos tratamientos pueden ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. El abordaje es multidisciplinario: neurólogos, kinesiólogos, neumonólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, trabajadores sociales, especialistas en salud mental y, en muchos casos, referentes espirituales.

El acompañamiento de la familia y el entorno es clave. La meta es preservar la mayor autonomía posible y garantizar el confort a medida que progresa la enfermedad.

​La ELA es un verdadero desafío de salud y para toda la sociedad: requiere presencia, humanidad y un trabajo en equipo constante.