Viernes 19 de abril de 2024
16 JUL 2019 - 09:39 | Deportes

Por qué estalló la polémica en la Selección Femenina de fútbol

La ausencia de 3 referentes en la lista para los Juegos Panamericanos desencadenó una crisis que estaba latente entre el plantel y el cuerpo técnico.

El grupo coincidió en que el ciclo del DT estaba cumplido, pero no hubo unidad de acción tras la lista.

El director técnico Carlos Borrello quedó en el ojo de la tormenta luego de que tres referentes de la Selección Femenina de fútbol que no fueron citadas para los Juegos Panamericanos de Lima, que comienzan el 26 de julio, alzaron la voz para explicitar que quedaron al margen porque habían pedido un cambio en la conducción del equipo nacional. Se trata de la capitana Estefanía Banini, Ruth Bravo y Belén Potassa. Ellas tres, junto a Florencia Bonsegundo, que fue convocada pero nunca se presentó a entrenar en Ezeiza, sentaron su posición a través de la red social Instagram.

"¡Ganas sobran de estar en la Selección!  Pero el cuerpo técnico decidió dejarme afuera. Ellos son los únicos que cobran, ellos que por tener diferencias han decidido darle un punto final a mi sueño de defender a la (camiseta) más linda", escribió Banini. "Necesitamos gente profesional que deje las diferencias de lado, apoyando lo que un grupo necesita y no tachando a las referentes por alzar la voz", denunció, por su parte, Bonsegundo.

Según contó en La Nación la periodista Ayelén Pujol, que cubrió el Mundial Femenino de fútbol, las futbolistas venían manifestando desacuerdos con la labor del entrenador Borrello. Tras la eliminación, realizaron una reunión entre todo el plantel y coincidieron en que el ciclo del cuerpo técnico estaba cumplido. "Todas coincidíamos era en que no estaba a la altura de lo que pretendemos. En lo personal creo que cada persona cumple un ciclo y no deseábamos más escuchar previo a un partido cosas tales como: 'nos defendemos porque no me quiero comer 11 de nuevo'. Ejemplos como ese sobran", destacó Bravo.

Borrello también era criticado por los métodos de entrenamiento ("antiguos", según muchas de sus dirigidas) y la escasa comunicación. Las suplentes se sentían poco motivadas por el entrenador, que después del partido contra Inglaterra, por ejemplo, las había enviado a practicar sin asistir a observarlas. "¿Cómo va a saber si estoy para jugar si ni siquiera me ve?", comentó una de las futbolistas. Son muchas las que expresan que manifestarle una disidencia al DT tiene por consecuencia quedarse al margen.

En esa reunión algunas sugirieron que, en el caso de que la AFA no aceptara el pedido de remoción, podían tomar una medida conjunta: no ir a los Juegos Panamericanos. Pero la idea no logró unanimidad. La publicación de la lista terminó de resquebrajar la unidad anhelada. "Tengo lágrimas en los ojos y el corazón roto pero siempre con la frente en alta y tranquila de haber sido consecuente con lo que dije en esa charla", señaló Potassa.

"Siento pena porque esperaba que todas lucharan de la misma manera pero entiendo que quizás les ganó el sentimiento tan lindo de defender la camiseta; quizás a veces para crecer hay que resignar", declaró Banini, cuyo mensaje hirió a algunas de sus compañeras que ayer se entrenaron con normalidad en Ezeiza.