Sábado 07 de diciembre de 2024
01 JUL 2022 - 20:42 | Culturas

Dolores: la Torta Argentina integra el Registro del Patrimonio Inmaterial Bonaerense

Se trata de un reconocimiento a la gastronomía tradicional, cuya historia se remonta a fines del siglo XIX.

La receta de la Torta Argentina se remonta fines del siglo XIX. Cada 25 de Mayo es una oportunidad para degustarla.

La Torta Argentina, una de las tradiciones gastronómicas de Dolores, pasó a integrar el Registro del Patrimonio Inmaterial Bonaerense de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural.

Desde la secretará de Turismo de Dolores destacaron que “este importante reconocimiento a nivel provincial se suma al ya logrado en el año 2018, cuando se gestionó la incorporación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación por su historia, modo de elaboración y su trasmisión oral generacional”.

En este caso, “se necesitó del testimonio de los portadores del patrimonio, presentando al ente provincial distintos audiovisuales y documentación respaldatoria”, explicaron.

“Además, se sumó conocimientos y prácticas vinculadas a la gastronomía tradicional y su inclusión asigna el reconocimiento cultural e inmaterial, permitiendo impulsar acciones tendientes a difundir, promover el respeto hacia la manifestación y los portadores”, agregaron.

 

HISTORIA Y TRADICIÓN

La historia de la Torta Argentina se remonta a fines del siglo XIX cuando dos mulatas originarias de Uruguay, especialistas en masa de hojaldre y repostería, la prepararon para celebrar la fiesta patria del 25 de mayo en Dolores. Dichas mujeres vendían su producción artesanal en porciones finitas que trasladaban en los canastos que portaban sobre sus cabezas.

Entre las casas particulares en las que trabajaban las mulatas, se encontraban las de las tradicionales familias de Martínez-Requejo y la de Espil-Letche, quienes transmitieron a las generaciones posteriores la receta que aprendieron de estas cocineras.

Los Espil fabricaron la Torta Argentina en su panadería y le incorporaron el dulce de leche, por lo que en 1917 recibieron el Primer Premio en la Exposición del Trabajo en Milán, Italia. Mientras que Kirki, hija de los Martínez-Requejo y especialista culinaria, difundió la receta en los cursos de Cocina Profesional de la Escuela “Juan Vucetich”, que ella dictaba en los años 70.