El Eternauta en Netflix: los secretos de edición de la serie argentina que rompe récords
Juan Pablo Menchón, oriundo de Dolores, contó a Entrelíneas cómo fue el detrás de escena de El Eternauta, la megaproducción nacional que llegó al mundo a través de Netflix. El rol clave del INCAA y de los técnicos formados en el país para recrear una Buenos Aires nevada bajo ataque extraterrestre.

Menchón fue recibido por el intendente Juan Pablo García, quien le entregó una distinción por su trabajo en “El Eternauta”.
“Editar es terminar de reescribir la serie”. Así define Juan Pablo Menchón la tarea del equipo del que forma parte y que estuvo a cargo de la edición de El Eternauta, la serie argentina más vista en todo el mundo.
El dolorense, que también trabajó en otros proyectos muy exitosos como El Reino y División Palermo, dialogó con ENTRELINEAS.info sobre qué hacen los editores dentro de la producción cinematográfica y las alternativas que esta actividad presenta hoy en la Argentina.
Según explicó, el equipo de edición entra a trabajar básicamente al final del rodaje, aunque está también muy presente en el curso de la filmación. Se parte de la idea del guion y del material rodado, que trae consigo sus propias particularidades y variables. El editor, entonces se basa en el guion y en el deseo del director para ir contando la historia.
En este proceso de "reescritura", puede darse cuenta de que hay cosas del guión original que quizás no funcionan tan bien en el material filmado. Algunas escenas pueden funcionar mejor si duran menos, otras pueden ser eliminadas, y otras pueden ser movidas de lugar.
El trabajo de edición, indicó, es ver "de qué manera se cuenta mejor la historia" utilizando el material disponible y las variables del rodaje. Un aspecto crucial de la edición, según Menchón, está en que "el ritmo lo da la edición". Esto se logra controlando la estructura y decidiendo qué información se entrega en cada momento y cómo el espectador la recibe.
Cómo se trabajó El Eternauta
Menchón reseñó los desafíos técnicos específicos que presentó El Eternauta. Uno fue la dificultad con el sonido de rodaje debido al uso de ventiladores para generar la nieve durante el rodaje, lo que afectó el sonido de acción y ambiente. El equipo de edición, además, tuvo que realizar un extenso trabajo de sonorización para reconstruir el "mundo de fantasía sonora" de la serie, que tenía un aspecto central en el ruido del viento, la nieve y los bichos invasores.
Otro desafío técnico importante fue la construcción del mundo visual en post-producción, ya que gran parte no estaba presente durante el rodaje. Es que la filmación se hizo en buena medida trabajando con pantallas azules y actores vestidos de verde moviéndose como las criaturas, que luego se incorporaran con los efectos visuales finales.
Para Menchón, allí estuvo la innovación tecnológica principal. Por ejemplo, en la escena de la iglesia, “toda esa escena los muebles estaban movidos por cables y había dos tipos vestidos de verde que hacían de cascarudo”.
Los capítulos finales, dijo, fueron los que "maduraron tanto en rodaje como en edición". En ese sentido indicó que el director Bruno Stagnaro “fue casi escribiendo durante el rodaje, lo que resultó en un material muy maleable que fue buscando la forma en la sala de edición”, dijo. “A diferencia de los primeros capítulos, que estaban más definidos desde el guión, los últimos cambiaron considerablemente”, explicó.
La importancia de la capacitación de los argentinos
“Los chicos de efectos visuales hicieron un trabajo increíble”, estimó Menchón, para quien una de las cosas más importantes es que “mucha de esa gente está formada en universidades públicas, como la Universidad Nacional de San Martín, que tiene una carrera de efectos visuales y 3D que fue todo un semillero”. Y algo digno de destacar es que también el diseño de los bichos se hizo en el país.
“Todo lo conceptual y artístico, inclusive operativo, en un 85% es argentino, y el 100% de esta gente se pudo desarrollar profesionalmente gracias a que a que existe el INCAA”, aclaró. “Si el INCAA no existía, Stagnaro no filmaba ni Darín hacía películas”.
“Netflix de alguna forma nos encuentra en un punto de madurez profesional que le permite invertir y usar todo eso. Si no existe el INCAA, en 10 ó 15 años no sé si va a haber esta calidad técnica”, concluyó.