Jueves 25 de abril de 2024
05 JUL 2020 - 15:29 | Coronavirus

Un hombre organizaba marchas anti cuarentena y murió por Coronavirus

Angel José Spotorno era jubilado y minimizó los riesgos de la pandemia hasta que aparecieron los primeros síntomas.

Falleció en su casa, a pesar de haber consultado a la línea 107 y acudir al hospital.

Ángel José Spotorno, era jubilado, tenía 74 años y estaba muy activo, cuando falleció el 16 de junio porcoronavirus en su departamento del barrio porteño de Mataderos.

Spotorno descreía que le pudiera pasar algo y estaba enfurecido contra el aislamiento preventivo y obligatorio. "De los 90 que vivió en cuarentena, unos 85 habrá estado en la calle. Él siempre se cuidómucho, no tenía ninguna enfermedad", recuerda Marita Riera.

Radical de toda la vida, con el correr de los años se incorporó a las filas del PRO y se convenció del proyecto de Mauricio Macri. En su Facebook aparece con fotos con algunos dirigentes, como los diputados Cristian Ritondo y Fernando Iglesias y fue uno de los convocantes a las movilizaciones de apoyo a Juntos por el Cambio durante la campaña electoral de 2019. Le encontró el gusto al activismo virtual. Se la pasaba hasta altas horas de la madrugada en las redes sociales, compartiendo flyers y comentarios políticos. La realidad es que la pandemia no le significó un mayor cambio en su rutina, solo que radicalizó su opinión contra el Gobierno y el kirchnerismo.

Sin embargo, el punto de quiebre fue cuando empezó a ir a las movilizaciones anticuarentena en el Obelisco en pleno aislamiento.

Al día siguiente, Spotorno continuaba sin responder. Una de las hijas fue hasta el departamento y tocó el timbre. Nuevamente no hubo respuesta del otro lado del intercomunicador. Le tocó el timbre a otro vecino para que compruebe el domicilio de su padre. La puerta, cerrada desde adentro. Fue entonces cuando llamaron al 911 y con la asistencia policial lograron entrar y lo encontraron sin vida sentado en uno de los sillones al frente del televisor.

En un principio se creyó que su fallecimiento se había producido por un infarto. Al ser una muerte dudosa y en plena cuarentena, el juzgado interviniente colocó una faja en la casa. El departamento requería ser desinfectado y había que resolver algunos temas prácticos. 

Cuando logró ingresar a la casa, su prima hermana pudo comprobar, al igual que las hijas, que Ángel había dejado un termómetro sobre una de las mesas. Marcaba 38 grados.

El certificado de defunción de la morge llegó el sábado 20. El escrito zanjó las dudas de lo que había ocurrido con Ángel en su departamento de Alberdi al 7000: “Neumopatía” y “Covid-19″.

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