Fragmentación opositora y orden oficialista: las claves a un mes de una elección tensa en el Partido de La Costa
La unidad del peronismo detrás de Gabriela Demaría contrasta con una oposición dispersa, sin liderazgos claros y atravesada por internas radicales, apuestas libertarias, figuras locales con gestión y outsiders del voto bronca. ¿Hay lugar para una sorpresa?

A un mes de las elecciones, en el Partido de La Costa aparecen 14 listas con opciones a concejal.
En el Partido de La Costa, la elección legislativa del 7 de septiembre se perfila como una radiografía cruda del momento político argentino: un oficialismo cohesionado, con anclaje territorial y disciplina, enfrentado a una oposición que expresa más su fragmentación que una alternativa concreta de poder.
El dato central es que el peronismo local logró sintetizar sin traumas su interna y presenta una lista encabezada por Gabriela Demaría, una dirigente con experiencia legislativa, buena imagen en sectores medios y una trayectoria reconocida como técnica de gestión. Pero sobre todo, Demaría es leída como una persona de absoluta confianza de Juan Pablo de Jesús, el jefe político del distrito y actual diputado provincial.
Este cierre ordenado, con el apoyo también de los sectores que lideran Guillermo Favale y Cristian Cardozo, le permite al oficialismo jugar con su máxima fortaleza: la estructura, mientras el resto de los espacios opositores ensayan distintos grados de improvisación, desborde o encierro.
LA LIBERTAD AVANZA: SIN NOMBRES, PERO CON MARCA
El espacio que en el plano nacional encabeza Javier Milei no logró construir una candidatura con nombres reconocidos, pero mantiene una alta intención de voto a nivel marca, especialmente en los sectores más jóvenes y en las zonas urbanas medias del distrito. Si el voto libertario se mantiene firme y se traslada sin distorsión a la elección local, la lista que encabeza Marcela González podría llegar a imponerse en la elección.
LÍMITES DEL MODELO CERRADO
Por el lado del radicalismo, Daniel López vuelve a encabezar una lista, esta vez de un disminuido Somos Buenos Aires. Repite esquema de la elección anterior: lo secundan Yamila Cóppola y Gonzalo Barraza. El sector no solo que no logró incorporar otros sectores de la UCR: tampoco supo tender puentes con fuerzas extrapartidarias. La soledad estratégica de López responde a un estilo que privilegia el control interno por sobre la expansión política. Ese formato empieza a mostrar signos de agotamiento. De hecho, figuras históricas del radicalismo costero como LeandroAlonso o la senadora Flavia Delmonte han habilitado, con distintos niveles de implicancia, otras candidaturas alternativas.
Alonso acompaña de forma tácita la postulación del médico Oscar Prioletta, mientras Delmonte respalda a Juan Ojeda, un joven dirigente que busca irrumpir como renovación.
ALGO DE GESTIÓN Y ALGO DE OUTSIDER
En este escenario de dispersión, hay una figura que emerge con gestión, visibilidad y estrategia propia: Matías Porta, actual presidente del Consejo Escolar, férreo opositor a los De Jesús e impulsor de una coalición opositora: lo intentó pero fracasó. Es que ni el sector de Roxana Cavallini (LLA) ni el de López le aceptaron la idea de ir todos juntos para disputarle el triunfo al peronismo. Ahora se presenta por la línea Nuevos Aires.
Porta no viene del radicalismo, pero dialoga con varios de sus sectores. No se referencia en Milei, pero interpeló al electorado libertario con mensajes de “antipacto” y “verdadera oposición”. No tiene partido consolidado, pero construyó presencia en redes, medios y territorio. Para muchos, puede ser el tapado de la elección.
Su mayor activo es que puede mostrar resultados: el Consejo Escolar bajo su gestión mantuvo una agenda visible y resolutiva en un contexto de ajuste y caída de recursos. Su desafío es convertir esa reputación en caudal electoral en una campaña sin recursos, sin padrinos y sin aparato.
ZONA CENTRO Y VOTO BRONCA
La zona centro del distrito —históricamente bastión de López, oriundo de Mar del Tuyú— es hoy el terreno más inestable. Allí aparecen figuras de cierto reconocimiento popular pero sin estructura, como el taxista Daniel “Chiqui” Maestrello o el exconcejal Sergio Santana, ambos candidatos por espacios menores, pero con capacidad para capturar el voto desilusionado, antipolítica o de baja fidelidad partidaria.
Santana, en particular, que en realidad es oriundo de Mar de Ajó, fue concejal hasta 2023 y tiene un discurso incendiario. “Chiqui” Maestrello es vecino de Santa Teresita desde hace más de cuatro décadas y se jacta de representar a los vecinos comunes “hartos de lo mismo”. Los votos que obtengan pueden llegar a pesar.
ORDEN CONTRA DISPERSIÓN
Si la lista de Gabriela Demaría logra representar unidad, contención del voto peronista duro y moderado, será difícil que esté en la disputa principal. Pero si alguno de los opositores logra encarnar el hartazgo, la eficiencia o la sorpresa, esta elección podría no estar escrita todavía.
Los libertarios, Porta, López, los radicales escindidos y los outsiders, dan una pelea fragmentada pero que en medio de la apatía general a ir a votar, permite pensar en un final abierto.