Jueves 18 de abril de 2024
06 JAN 2023 - 10:21 | Sociedad
Fue femicidio

Micaela Rascovsky fue asesinada por su pareja que intentó que pareciera un suicidio

Micaela Rascovsky tenía 26 años, vivía en el barrio de Villa Ortúzar y estudiaba Medicina. Un día después de contarle a sus familiares que sufría violencia por parte de su pareja fue asesinada. Familiares y amigxs exigen justicia, que el caso se investigue como femicidio y que la Justicia dé marcha atrás con la excarcelación recientemente ordenada del principal sospechoso.

“Si me pasa algo, ya saben quién es“, le dijo Micaela a sus amigas el 12 de abril del 2021, a las siete de la mañana del día siguiente Patricia, mamá de la joven, recibió un llamado del novio de su hija, el abogado Guido Pascuccio: “No sé qué mierda tomó tu hija, pero está viniendo criminalista a retirar el cuerpo”, dijo sin ningún reparo. Patricia recuerda cada una de esas palabras. Pascuccio es el principal acusado y fue quien llamó al 911 esa mañana. Cuando llegó la policía, dijo que su pareja se había suicidado y que había tomado alcohol y cocaína.

“Yo pensé que era una broma, no podía creer que se dirigiera así hacia mí, siendo la pareja de Micaela y tampoco cabe en ningún razonamiento que me diga de esa manera que mi hija estaba muerta”, cuenta Patricia. Desde el primer momento la familia de la joven sospechó del relato de Pascuccio, sostienen que lo que él intentó hacer pasar como una muerte por sobredosis se trataba de un femicidio y tienen demasiados indicios para pensarlo.

Según la autopsia, la causa de muerte de Micaela fue por sobredosis. Sin embargo, las pericias también constatan que la joven estuvo atada y en su cuerpo había por lo menos marcas de 13 golpes. De acuerdo con las muestras de ADN tomadas, hay signos de que intentó defenderse de un ataque. La joven tenía ADN de dos masculinos, semen en su ropa interior y la boca lastimada. Su nariz, fosas nasales y esófago estaban libres de sustancias. Por eso, la familia afirma con seguridad que la obligaron a ingerir droga.

El día anterior a su muerte Micaela habló con el padre de Pascuccio, le contó que su hijo necesitaba atención médica porque estaba atravesando una situación de consumo problemático y además le confesó que en más de una oportunidad la había violentado.

“Micaela acudió al padre de su novio para que la ayude con el problema que tenía su hijo, en lugar de eso, le contó a su hijo lo que mi hija le había dicho y Pascuccio la trató de traidora porque había hablado con los padres. Ahí se desencadenó lo que nosotros creemos una emboscada hacia Micaela de él y otro hombre. El cuerpo de mi hija habló, en la autopsia salió que tenía ADN de dos masculinos en su ropa interior, signos de haberse defendido y que había sido sujetada de antebrazos y muñecas”, explica Patricia.

Causa parada, borramiento de pruebas y otros antecedentes de violencias

La causa se encuentra desde hace un año y medio en la Fiscalía 28, a cargo del fiscal Patricio Lugones. La familia de Micaela asegura que son varias las pruebas que dan cuenta que se trató de un femicidio con la participación de alguien más, incluso en un audio que presentaron a la fiscalía se escucha la voz de un hombre que estaba con él en ese momento. “La fiscalía y el juez, en un primer momento, estaban de acuerdo con esta carátula porque además en la declaración indagatoria de Pascuccio hubo muchísimas contradicciones, sin embargo, fue detenido recién dos meses después de la muerte de Micaela.”

Luego de la detención de Pascuccio, la familia de Micaela continuó sumando pruebas. La investigación, en un primer momento, fue caratulada como “homicidio”. Tras una apelación hecha por el acusado, la Cámara de Casación cambió la carátula a “abandono de persona agravado por lesiones y por el vínculo''. Patricia asegura que Pascuccio ya habría violentado a otras mujeres: “Hay una prueba importantísima que demuestra lo peligroso que es este tipo y que sale de su propio teléfono, ahí nosotros empezamos a conocer la verdadera cara de esta persona.”

En grupos de whatsapp que tenía con amigos Pascuccio coordinaba encuentros con chicas, las drogaban y luego abusaban de ellas. Incluso se hablaba de menores de edad y tenían siempre el mismo modus operandi. Las citaba uno de ellos como si fuera un encuentro de dos y luego aparecían otros hombres, una vez que la chica ya estaba drogada y alcoholizada. “Esos chats nunca fueron investigados, Micaela fue más investigada que el asesino. Nosotros creemos que eso le pasó a muchas chicas y pedimos que si hay otras víctimas, por favor, se animen a hablar. En nuestra cuenta de Instagram tenemos una línea de comunicación que abrimos especialmente para que nos puedan llegar otras denuncias, que seguramente hay.”

La doctora que encontró a Micaela sin vida ese 13 de abril notó que sus manos presentaban signos de haberse defendido e hizo protegerlas para que en la autopsia sean examinados. Patricia se pregunta por qué Pascucci no fue indagado en ese momento y por qué la justicia demoró dos meses en detenerlo, un tiempo suficiente para borrar pruebas en su domicilio e idear una coartada.

Cinco días después del femicidio de su hija, Patricia acercó a la justicia un cúmulo de pruebas que confirmaban que Micaela sufría violencia de género de parte de pareja. Eran fotos y chats que mantuvo con sus amigas, donde también les contaba que quería ayudarlo a salir del consumo problemático. Dos meses demoró la justicia en analizar esas pruebas. “Pascucci es abogado, su padre y su hermano también y están en contacto con gente de poder y vinculada al manejo de la droga. Los chats que tenía en su teléfono donde con sus amigos organizaban encuentros arrancan en 2018, llevaba años haciendo eso con las chicas”, cuenta Patricia.

“Yo creo que Micaela estaba violentada de todas las maneras, psicológica, económica y físicamente y creo que hasta estaba amenazada para que no hable, porque la noche anterior nos dijo un montón de cosas que nosotros no sabíamos, nos contó que le había sacado un crédito al suegro. Ella quería ayudar a su pareja, siempre tuvo una necesidad grande de ayudar, era su manera de ser y por eso estudiaba medicina, era muy comprometida y solidaria.”

La familia de Micaela solicitó el cambio de carátula a femicidio, Patricia asegura que no comprende por qué el juez Manuel Grostiaga, a cargo del Juzgado en lo Criminal N°2 de la Ciudad de Buenos Aires, cambió repentinamente de opinión y el pasado 22 de diciembre le otorgó la excarcelación a pesar de todas las pruebas presentadas que dan cuenta la violencia de género que Pascuccio ejercía hacía Micaela.

Después de pagar una fianza de tres millones de pesos, Pascuccio espera el juicio en libertad en la casa de sus xadres. La fiscalía calificó como grave la resolución del juez de otorgarle la libertad, ya que considera que es una persona peligrosa, que puede haber otras víctimas y puede darse a la fuga. Ahora la cámara deberá resolver si está de acuerdo o no con la excarcelación y dictar una fecha de juicio. “Nosotros firmemente creemos que Micaela fue víctima de un femicidio y con él en libertad las mujeres están en riesgo”, concluyó Patricia. 

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