Viernes 19 de abril de 2024
10 JAN 2023 - 17:30 | Sociedad

Juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa: qué decían los mensajes que intercambiaron los rugbiers tras la violenta golpiza

En la séptima jornada del proceso judicial declaró el perito que analizó los celulares de los imputados. "Caducó", una de las frases más fuertes entre los chats.

"Caducó" fue uno de los mensajes que enviaron los rugbiers luego de matar a Fernando.

El eje de la jornada de hoy en el juicio oral y público por el crimen de Fernando Báez Sosa estuvo puesto en el contenido de los celulares de los acusados de cometer el asesinato.

Además, declararon al menos doce testigos vinculados a las pericias que se realizaron en el procedimiento posterior a la muerte de la víctima.

Los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa entraron a la sala de audiencias poco antes de las 10 de la mañana con barbijos y se los sacaron minutos después. A su alrededor, como siempre, custodios y familiares.

La séptima audiencia comenzó con el testimonio del secretario del Ministerio Público Fiscal, Javier Pablo Laborde, que reanudó su declaración inconclusa de ayer y mostró cómo se analiza “parte de la información que contienen los teléfonos celulares de los imputados y otros que fueron secuestradas en el grupo de las personas que estaban investigadas”, dijo.

A través de una pantalla mostró el contenido de los dispositivos móviles. El primero fue el teléfono marca iPhone de Matías Benicelli y a partir de él se recorrieron los chats del grupo de Whatsapp de los acusados desde minutos antes del crimen hasta las conversaciones posteriores a la muerte de Fernando.

El instructor fiscal aseguró este martes que Blas Cinalli, el único imputado que no había sido mencionado en las seis audiencias previas, intercambió mensajes a través de whatsapp tras el homicidio, en los que aseguró "ganamos" y "los rompimos", en referencia a un grupo con el que habían tenido una supuesta pelea y cuando ya sabía que el joven atacado había fallecido.

Además, el mismo rugbier, en otro mensaje a un contacto no vinculado a la causa, expresó por escrito tras el asesinato: "Nos vamos a la playa. Previa en casa, vienen todas las gatas", "yo sólo quiero tomar vino y fumar flores".

En el caso del teléfono de Cinalli, el testigo leyó diversos mensajes enviados por el imputado a poco de que Fernando fuera asesinado a golpes.

"Nos peleamos. Ganamos contra unos chetos, los rompimos", escribió Cinalli en su celular a las 5.08.

Ante una pregunta del querellante Fernando Burlando sobre si al enviar esos mensaje Cinalli ya sabía que el joven estudiante de abogacía había muerto, Laborde confirmó que esas expresiones fueron escritas 13 minutos después de que este rugbier y el resto de los imputados recibieran en el grupo de whatsapp que compartían un texto del acusado Lucas Pertossi que dijo "caducó", en referencia al fallecimiento de Báez Sosa.

El testigo se remitió también a otro intercambio de mensajes telefónicos de la mañana del 18 de enero de 2020, cuando alguien le pregunta a Cinalli: "Qué onda Blas, se dieron masa?, a lo que el rugbier responde: "Sí, pero no digas que lo dije yo porque no sé si es heavy o no. Le dimos murra a uno con el 'perto', lo recargamos a palo, pero mal. Nos vinimos corriendo a la casa".

También se exhibieron mensajes en los que el mismo acusado dice que se están yendo a Mc Donalds, que están "corriendo" para que no los vean y en los que describe que a raíz del ataque cometido varios jóvenes quedaron heridos.

"Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales. Ahora estamos yendo a Mc Donalds a ver qué pasa", le dijo a un contacto, quien le respondió: "Son los demoledores".

 

 

PERICIAS

Fernando Báez Sosa tenía una impronta de al menos 6 centímetros por 2 en la parte izquierda del mentón, producto de una patada, y la lesión era compatible con la zapatilla que usaba Máximo Thomsen, según explicó este martes al declarar en el juicio por el crimen, la perito que tomó fotografías del rostro de la víctima durante la autopsia para realizar la comparación con los calzados de los imputados.

María Eugenia Cariac, perito de Policía Científica, aseguró ante el Tribunal que Báez Sosa presentaba además otra huella similar, pero de menores dimensiones en la parte izquierda del cuello, sin poder determinar si correspondía al mismo golpe y calzado.

La perito indicó que se estableció "una correspondencia" entre la lesión en el rostro y la zapatilla marca Cyclone "con diseño en zigzag", que usaba Thomsen al momento del ataque, aunque sugería "una prueba más profunda" para para "corroborar si había correspondencia de diseño".