La última jornada de testimonios finalizó con lo que los abogados de la familia de Fernando Báez Sosa calificaron luego como “casi una confesión” de Blas Cinalli, uno de los ocho imputados en el crimen.
También habló Lucas Pertossi, quien grabó el video en el que Cinalli se reconoció junto al cuerpo de Fernando mientras estaban pegándole en el piso. Con ellos, en total cinco fueron los rugbiers que pidieron la palabra en el juicio, ya que en jornadas anteriores lo hicieron Luciano y Ciro Pertossi y Máximo Thomsen.
Los dos acusados que declararon hoy siguieron la misma línea que los anteriores. Insistieron en que desde temprano habían estado tomando mucho alcohol –en la playa, en una previa, en el mismo boliche- y que toda la situación se trató de una pelea. Del mismo modo, se negaron a mencionar a otra persona y no respondieron preguntas del abogado de la familia, aunque sí Cinalli contestó las preguntas de la fiscalía.
Fue precisamente a instancias de los fiscales Dávila y García que se reconoció en el video filmado por Lucas Pertossi junto a Fernando Báez Sosa caído en el piso. Antes había dicho no tener en claro cómo habían aparecido restos de su ADN en el meñique de Fernando y trató de explicarlo con el incidente previo dentro de Le Brique. Sin embargo, en todo momento insistió en que estaba muy alcoholizado y eso lo confundía.
Cinalli trató de mantener la versión de la pelea al relatar que, una vez fuera del boliche, “veo que a uno de mis amigos lo estaban tecleando de la cintura y lo llevan atrás de un auto. Cuando llego lo había agarrado del pie yo le digo ‘soltalo’ y me empieza a pegar a mí”.
Otros de los puntos clave sobre el que repreguntó la fiscalía fue el mensaje que envió a un amigo diciendo “creo que matamos a uno”. Sin embargo, en su declaración dijo que se había enterado de la acusación cuando la policía se lo informó varias horas después.
El otro rugbier que declaró hoy fue Lucas Pertossi, quien filmó la agresión. También fue el responsable del mensaje que decía “caducó” refiriéndose a la muerte de a Fernando Báez Sosa. Sin embargo, la explicación que dio fue particular. Dijo que después de lo que también calificó como “pelea” intentó encontrarse con sus compañeros y, cuando iba hacia la casa, se cruzó con un desconocido al que le pregunta si no había visto pasar un grupo de chicos. Este desconocido es el que le relata que “hubo una pelea, vino la policía, caducó un pibe”.
“Voy a la casa, les digo lo que me dijo el desconocido, ‘caducó un pibe pero no pasó nada, vamos a comer’”, explicó para luego insistir en que “en ningún momento le pegué, lo toqué a Fernando Báez Sosa”. Dato aparte: fue el primero en mencionar el nombre de la víctima.
Mientras tanto, en el medio de la sala resonaban los gritos de un grupo de manifestantes que en la vereda del tribunal cantaban “asesinos, asesinos” y pedían “perpetua”.
Los peritos
La primera parte de la audiencia estuvo dedicada al extenso testimonio de Jorge Velych y Juan José Fenoglio, dos peritos que analizaron el informe de autopsia. Señalaron algunas contradicciones y omisiones e incluso Velych dijo que el informe “le daba vergüenza ajena”.
Los peritos indicaron que algunas de las lesiones que presentaba el cuerpo de Fernando podrían haber sido provocadas por maniobras de RCP o uso del desfibrilador, pero que ninguna de ellas podría provocar la muerte.
Tuvieron algunos cruces con los fiscales y el abogado de la familia a partir de que no habían pedido aclaraciones al médico que realizó el primer informe y no tomando vistas de unas 60 fotos de la autopsia que estuvieron a disposición desde diciembre.
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