Sábado 27 de abril de 2024
09 SEP 2020 - 17:15 | Política

“Esto no se resuelve escondidos en patrulleros tocando sirenas”, el por qué de la frase de Alberto que enfureció más a los policías

El presidente dijo, en un acto en Quilmes, que “el gobierno nacional no se va a hacer el distraído, va a afrontar el problema como lo hacemos siempre junto al gobernador, Axel Kicillof”. La génesis del enojo de Alberto Fernández.

Dos intentos de diálogo fueron rechazados por los policías que se manifiestan frente a la Quinta de Olivos. Esto enfureció a Alberto Fernández.

Un grupo de policías que protestaba frente a la Quinta de Olivos rechazó una oferta de diálogo con Alberto Fernández dos veces y prefirió seguir con las protestas que continúan en gran parte de la provincia de Buenos Aires y que se está extendiendo al resto del país.

La intención del Presidente fue conocer los reclamos de los oficiales y suboficiales de la Bonaerense y se sorprendió cuando optaron por declinar la reunión informal que se iba a realizar antes de su acto en Quilmes por los 130 años de la cervecería.

Alberto Fernández estaba listo para ir a Quilmes en el helicóptero presidencial cuando observó que en la puerta de ingreso a la Quinta de Olivos había más de 20 patrulleros sobre la Avenida Maipú. Enseguida ordenó que invitaran a los oficiales y suboficiales que frente a la quinta presidencial exigían un aumento salarial y mejores condiciones profesionales. A los pocos minutos, su asesor regresó con una respuesta que sorprendió al jefe de Estado: “No quieren. Dicen que sólo vinieron a protestar y tienen miedo a las represalias", según informó Infobae.

La respuesta de los policías bonaerenses enojó a Alberto Fernández, que pretendía un contacto directo para conocer las exigencias sindicales, al margen de la información que recibe de Axel Kicillof y de los intendentes del Conurbano. El Presidente ya sabía de las demandas de aumentos salariales, pero fue sorprendido por el volumen de las protestas que ahora se extendieron en el interior del país.

Alberto Fernández subió al helicóptero y masticó su respuesta rumbo a la empresa Quilmes, que cumplió 130 años. Tras ponderar a la empresa de cervezas, gaseosas y otras bebidas, el presidente dijo que “esto no se resuelve escondidos en patrulleros tocando sirenas. El gobierno nacional no se va a hacer el distraído, va a afrontar el problema como lo hacemos siempre junto al gobernador, Axel Kicillof. Somos dos amigos en la misma causa y estamos comprometidos con lo mismo", aseguró en respuesta al destrato que recibió de parte de los policías que siguen las protestas frente a la Quinta de Olivos.

Según Infobae, en una nota del periodista Román Lejtman, hubo un segundo intento de acercamiento y llamado al diálogo con los manifestantes, pero también fue negativo.

El propio vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, y el Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, salieron a la puerta de la residencia para intentar dialogar con los efectivos que encabezaban la protesta. Mantuvieron una breve conversación, en la que transmitieron la idea del Presidente, de que “ocho o diez representantes” ingresen a la residencia para hablar con el mandatario. Sin embargo, la respuesta también fue negativa.

En este contexto, Alberto Fernández prioriza la oferta final que se presentará para contener las exigencias de la policía bonaerense, que fueron expresadas en una propuesta de 14 puntos que analiza Kicillof con su staff. El Presidente y el gobernador ajustan el lápiz, mientras consideran lógicos los reclamos vinculados a la obra social, la capacitación y el plus salarial para comprar los uniformes de la fuerza.

La iniciativa espontánea de convocar a los policías que protestaban en Olivos iba dirigida a conocer las necesidades propias de los oficiales y suboficiales que padecen la crisis económica y el COVID-19. Alberto Fernández tiene cierta desconfianza de los partes de inteligencia, o de la información que puede llegar a su WhatsApp vía un intendente del Conurbano, y por eso optó por el contacto directo pero le fue negado y de ahí su bronca y la frase que terminó de encender aún más el reclamo policial.