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14 OCT 2021 - 10:00 | Política
Elecciones 2021

Primer debate de candidatos. Los sincericidios de Vidal y Milei quedó desdibujado

Incómoda, la ex gobernadora tuvo que hablar de deuda externa y espionaje ilegal. Quiso nacionalizar la campaña pero se topó con un discurso porteño de sus contrincantes. Milei no pudo presentar una postura sólida y Bregman le disputó el electorado.

Dos batallas se plantearon en el debate de candidatos porteños, una sin sorpresas y otra con un claro perdedor. Leandro Santoro y María Eugenia Vidal dialogaron y discutieron entre ellos los dos modelos de país que los enfrentan. Myriam Bregman y Javier Milei disputaron el voto volátil que consiguió el libertario en la PASO y que varios quieren robarle. Concentrado en "la casta", fue el más rezagado del encuentro televisivo y no quiso responder las preguntas en un cara a cara contra una de sus adversarias. El referente del Frente de Todos apuntó a la toma de deuda macrista, la ex gobernadora dijo que pensaban pagarla con más deuda y, sin ningún tiro al ángulo, buscó nacionalizar la campaña en todo momento. 

Santoro y Vidal dieron el show esperado. Se eligieron para las preguntas y repreguntas, discutieron sobre educación, las decisiones tomadas en pandemia y la seguridad. Entre ambos, el único que logró golpes de efecto fue el referente del Frente de Todos que obligó a su contrincante a decir cosas que no quería. Habló del espionaje ilegal macrista del que ella fue víctima pese a que sólo se limitó a correr a Mauricio Macri de las acusaciones, y logró un sincericidio por el tema deuda ya que la ex gobernadora reconoció que Cambiemos la hubiera pagado con más deuda. La candidata PRO buscó su título al pedir la renuncia del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, pero su solicitud no tuvo el eco esperado y terminó con un contragolpe poco planificado.

Del otro lado, Milei y Bregman se enfrentaron por un mismo electorado. Confrontaron durante casi todo el debate y la candidata buscó asegurar el diputado que podría ingresar por su fuerza. Con un Frente de Todos que no debería caer por debajo de los casi 25 puntos conseguidos en septiembre y un Juntos por el Cambio que no debería filtrar votos hacia la izquierda, el libertario es el mejor lugar para cooptar sufragios. Posiblemente aquellos que, cansados del sistema político - o "la casta" -, decidieron no elegir al peronismo y fueron con el economista.

La elección del libertario generó sorpresa y casi preocupación. Con cerca del 14% de los votos en la PASO y una perspectiva de crecimiento en la Ciudad, podría llegar a meter dos diputados nacionales si repite los números de septiembre. Según un cálculo simplemente matemático, le robó más sufragios al Frente de Todos que a Juntos por el Cambio (porque el primero perdió más que el segundo) y ahora sólo podría aspirar a erosionar al larretismo.

En la Ciudad, en tanto, comprendieron que el economista cosechó un voto blando, fácil de robar, y buscaron hacerlo con el endurecimiento del discurso contra el gobierno nacional pero sin confrontar directamente con Milei. De hecho, éste coincidió con Vidal al calificar como injusta la quita de la coparticipación al territorio porteño. No hubo necesidad de hacerlo en el debate porque el libertario no mostró un discurso sólido, pero la ex gobernadora marcó su intención de mostrar que sólo Cambiemos puede ponerle un "freno" al FdT por una cuestión nominal: tendrá más diputados que el hombre de cabellos despeinados.

En un mundo político polarizado, Santoro tampoco confrontó con Milei. El objetivo del frentetodismo pasó por convencer a los que no fueron a votar para que lo hagan en noviembre y engrosen los números de la principal fuerza opositora en la Ciudad con menciones a la venta de tierras, la falta de ayuda económica en pandemia y de contrapeso en la Legislatura.

Sin propuestas, no hubo demasiados golpes de efecto. Vidal mencionó el vacunatorio VIP o la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yáñez, temas ya conocidos. Sobre educación, destacó la medida de Horacio Rodríguez Larreta de sacarle días de vacaciones a los alumnos y horas libres. Esto es algo que, según entendieron desde el Gobierno porteño, no los perjudicará porque la juventud vio con buenos ojos la pelea por las clases presenciales.

En el canal del Grupo Clarín TN, la candidata de Juntos por el Cambio arrancó su presentación con un pedido de renuncia, el del ministro de Seguridad nacional Aníbal Fernández por un cruce en Twitter con el humorista de La Nación, Nik. En esa línea, mencionó el vacunatorio VIP, la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos durante la cuarentena y las clases virtuales en plena pandemia. La estrategia opositora pasó por intentar desactivar la oficialista, salir de la provincialización e ir hacia la nacionalización de la campaña al entender que en la PASO el Frente de Todos perdió por un castigo a la gestión país.

Santoro, del otro lado, se centró en la administración de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, un recuerdo a la gobernación de Vidal en Buenos Aires y la de Mauricio Macri en el país. La no construcción de escuelas que Vidal quiso desmentir pero no pudo; la falta de compra de vacunas y respiradores por parte del gobierno porteño y la toma de deuda del macrismo. La ex gobernadora tuvo que enfrentar este tópico en una de sus apariciones y sólo atinó a decir que pensaban pagarla tomando más deuda, algo imposible ahora porque, según dijo, el kirchnerismo no genera confianza suficiente a los acreedores privados. 

Desde el principio de la campaña, el Frente de Todos buscó instalar la deuda como un eje del debate. Algo que la oposición eludió hasta el regreso de Macri antes de las internas del 12 de septiembre. Él defendió el crédito histórico con el FMI y todos tuvieron que hablar de ello: "Para quien no tiene crédito nunca hay deuda posible de pagar. Por supuesto, si nosotros hubiéramos ganado la elección, el mundo que sí confiaba en nosotros nos hubiera dado crédito y por supuesto hubiéramos tenido mejores plazos", dijo la candidata.

En el tópico económico, Santoro recordó los tarifazos y Vidal los reconoció. Admitió que ahora no aumentan las tarifas, como sí lo hicieron en la gestión anterior, el mismo día en que su espacio se comprometió a no crear ni aumentar impuestos. Tal vez el único momento en el que Milei pudo decir que ganó algo: acusó que, después de aumentarlos, finalmente Juntos por el Cambio está en contra de los impuestos.

La candidata del PRO también se abrazó a Mauricio Macri. Quiso incomodar a Santoro cuando le preguntó si creía necesaria la renuncia de Aníbal Fernández y se topó con un contragolpe: el referente del Frente de Todos rechazó el tuit del ministro de Seguridad, dijo que es un tema a discutir en el espacio político y recordó el espionaje ilegal del ex presidente contra familiares de los submarinistas del ARA San Juan y contra sus propios funcionarios, ella entre esos. Como querellante, negó que su jefe político haya estado implicado en la operación y se la notó incómoda con el interrogante.

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