Jueves 28 de marzo de 2024
06 DEC 2018 - 21:06 | Sociedad

Por seguridad, decidieron trasladar al femicida Farré al penal de Dolores

La medida fue adoptada por el Servicio Penitenciario Bonaerense.

El femicida Fernando Farré fue condenado a prisión perpetua por el asesinato de su esposa Claudia Schaefer.

Así como su nombre fue resguardado por la Justicia por seguridad, hasta que el mismo Fernando Farré decidió hacer público que había sido el informante que reveló el plan criminal para matar a un fiscal. De la misma manera, este jueves, por razones de seguridad, el femicida fue trasladado del penal de Florencio Varela a una Unidad de Tránsito en Melchor Romero para que, este viernes, sea llevado a su nuevo destino: la cárcel de Dolores.

La decisión la tomó el Servicio Penitenciario Bonaerense, ya que cuenta con esa potestad, explicaron algunas fuentes a Clarín, y ampliaron: “Si bien el detenido dice internamente que se lleva bien con sus compañeros, públicamente ha señalado otras cosas, por lo que se tomó esta medida para extremar su cuidado”.

El traslado de Farré se comenzó a gestar en el momento en que el condenado por el crimen de su esposa Claudia Schaefer, ocurrido en 2015 en un country de Pilar, optó por aparecer públicamente no sólo para contar que había sido él quien había delatado los planes del ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs Ignacio “Naco Goldfinger” de asesinar al fiscal de San Isidro Patricio Ferrari sino para alegar que, por eso, lo querían matar en la cárcel.

Acto seguido, su abogado, Jorge Césaro, blanqueaba que había pedido desde “medidas de resguardo” hasta “la domiciliaria” porque: “Fernando teme por su vida”. Y dijo que había "secuaces de la banda de Pardo en el penal de Florencio Varela" que lo podían matar "en cualquier momento”.

La movida de Farré no sorprendió a la Justicia, que sospechaba que intentaría sacar rédito tras haberse convertido en el testigo estrella de un caso que conmocionó a fiscales y jueces. Tampoco para el abogado de la familia de Schaefer, Jorge Sandro, “la jugada” del femicida fue inesperada.

“Su conducta responde a su estructura de personalidad, de planear, de usar una estratagema muy elemental para conseguir un beneficio que lo saque de prisión: el autoconvertirse en víctima y lograr alguna ventaja de esta situación”, explicó Sandro.