Viernes 26 de abril de 2024
27 FEB 2022 - 11:49 | Sociedad

Dolor por la muerte de Alberto Di Prinzio, un histórico vecino de Santa Teresita

Tenía 84 años y había llegado a La Costa a principios de la década del 70 con la segunda ola de pioneros que formaron las localidades. Solidario, entrañable y querido por todos.

Alberto Di Prinzio saluda en la última visita hace unos días de su hijo menor, Nicolás, quien trabaja de cheff en España y pasada la pandemia pudo venir a San Teresita a ver a su familia.

Alberto Tano Di Prinzio seguía con su dialecto y tono italiano a pesar que bajó del barco que lo trajo de la península europea cuando era joven. Primero se afincó con su familia en el oeste del Gran Buenos Aires para luego a finales de los 60 y principios de los 70 probar suerte en las florecientes playas de la Costa Atlántica, más precisamente en esos años como Municipalidad de General Lavalle (ahora Partido de La Costa).

Santa Teresita apenas si tenía 15 años de su fundación del 3 de marzo de 1946 cuando Di Prinzio llegó a estas playas, acompañado de su esposa María Di Prinzio (compartían el apellido, muy común en su pueblo natal), y aquí tuvieron tres hijos varones: Daniel, Gabriel y Nicolás. Luego llegaron los nietos y las nietas siempre en la esquina tradicional de los Di Prinzio de la calle 33 y 10, donde tenía su tallercito en el que fabricaba discos de arado y su huerta como buen tano donde cultivaba zapallos, tomates y otras verduras que siempre mostraba su familia en las redes por sus tamaños asombrosos, que contrarrestaban con su pequeña estatura de 1m50cm, lo que lo hacía aún más simpático porque se movía por el mundo como si midiera dos metros. Actitud cien por ciento.

ACTIVO COLABORADOR DE LAS INSTITUCIONES LOCALES

En sus primeros años se dedicó y por más de 3 décadas al arreglo de las máquinas de la empresa Lihué, la primera constructora, que se llamó también Lisotto, y que fue la que comenzó con el asfalto en el Partido de La Costa desde su base en el terreno donde hoy se encuentra la Terminal de Micros de Santa Teresita y la Unidad de Gestión de la localidad.

Jubilado por un problema en la pierna no le impidió seguir ligado a las instituciones locales y junto a otras familias dieron nacimiento al Círculo Italiano de Santa Teresita, que lo tuvo como uno de sus fundadores y quienes levantaron los primeros cimientos y colocaron los ladrillos del lugar que luego se convirtió en la Escuela y Jardín República Italiana, en Av. 41 y calle 15.

Mecánico autodidacta que se daba maña para todo, hace años que venía con problemas en el corazón, ese corazón gigante que siempre estaba a disposición de los vecinos, activo colaborador de Bomberos Voluntarios de Santa Teresita, pidió antes de su muerte a su hijo Gabriel, bombero, que no lleven flores hoy sábado 27 a su velatorio sino que ese dinero lo donen al cuartel de bomberos. Sus restos serán acompañados a las 16.00 al cementerio de General Lavalle.

Cuenta su familia que la noche de viernes se acostó temprano por el apagón de luz en gran parte de la Provincia y sufrió un infarto. Su corazón anoche le jugó en contra. Ese mismo corazón que ponía en cada asado para amigos, familia, en cada reunión social. Llegó de urgencia al Hospital de Santa Teresita pero ya estaba escrito su destino, ese que vivió 84 años. Nació un 24 de junio de 1937, el mismo día que Juan Manuel Fangio, que Lionel Messi, y que falleció Carlos Gardel. Una fecha marcada por la historia y reservada para solo unos pocos.