Miércoles 24 de abril de 2024
20 OCT 2022 - 11:06 | Sociedad
Salud Pública

Araña del rincón: qué hacer ante la mordedura del animal que se cobró dos vidas en menos de 30 días en la Provincia

El domingo una beba de año y medio murió en menos de 24 horas por un diagnóstico tardío en Lincoln. En septiembre, había fallecido un hombre de 52 años de La Plata por la falta de tratamiento.

La Loxosceles o araña del rincón habita en toda el país. Es una de las 3 especies venenosas que hay en Argentina. (Foto: La Nación)

En los últimos 30 días hubo dos muertes por mordedura de araña del rincón (del género Loxosceles). El domingo una beba de un año y medio murió en menos de 24 horas por un diagnóstico tardío en la localidad de Lincoln. En septiembre, un hombre de 52 años de La Plata falleció por la falta de tratamiento frente al veneno del arácnido. Y es que la mencionada araña es una de las tres venenosas que habitan a lo largo del país y se esconde en general en lugares oscuros como detrás de muebles, cuadros y sillones.

Según explica el Ministerio de Salud de la Nación, la araña del rincón, conocida también como “araña violín”, es muy pequeña (tres centímetros), de color marrón y tiene hábitos lucífugos (huye de la luz), pero no es agresiva. Se puede identificar fácilmente por la similitud que posee su cefalotórax (la fusión de la cabeza con el tórax) con la forma de un violín.

En diálogo con LA NACION, el médico y toxicólogo del hospital Durand, Francisco Dadic (MN 125795), dijo que lo ideal es que se identifique lo antes posible la mordedura y se administre el antídoto correspondiente en las primeras 12 o 24 horas.

Por otro lado, indicó que la mordedura de este tipo de arañas tiene tres formas de presentación: “La primera es local, que es lo más frecuente y representa el 80% y el 98% de los casos”. Tras ello el especialista agregó que esta se presenta con “un cuadro inflamatorio con edema, hinchazón y una coloración rosada tipo marmórea en la zona en la que se produjo la mordida, que genera mucho dolor”. A su vez, es seguida por una ulceración y lesión profunda que puede tardar meses en sanar.

Asimismo, Dadic mencionó que la segunda forma se denomina cutánea de hematoma, pero “que no es tan importante”. Y por último, añadió que “la tercera es la cutáneo vícero hemolítica, que es la grave”, porque además de la lesión local con hemorragias afecta varios órganos, más frecuentemente el riñón.

En la Argentina existen tres arañas venenosas: Latrodectus Sp. (más conocida como viuda negra), Loxosceles Sp. (araña del rincón) y Phoneutria Sp. (araña del banano). La tríada es mortal si no se detecta y trata a tiempo. Dadic insistió en que poseen una neurotoxina que es lo que provoca la destrucción del tejido, altera la coagulación y genera hemorragias.

Consultado sobre el caso de la beba, dijo que siempre que haya un llanto “irritado” en un bebé “hay que pensarlo como pesquisa” y que si presenta signos como el edema y la hinchazón “sí era para sospechar”. Además, señaló que es muy importante saber dónde estuvo cuando empezó con la hinchazón, y buscar los signos porque “en algún momento aparecen”.

Por último, hizo referencia a que a pesar de que la cantidad de casos letales que hay en la Argentina por mordedura de araña venenosa “no son frecuentes (0,05% por año), el antídoto para el veneno tiene que estar a disposición, ante la consulta o la duda “para poder ser administrado”. Y criticó que aunque no sea necesario que los antídotos estén en todos los centros médicos, sí debería haber un centro toxicológico por zona, “pero la verdad es que no sucede”.

Para que la vida no corra peligro, el especialista recomendó que lo primero que hay que hacer es consultar y acercarse a un centro médico “por el riesgo de que pueda ser una araña venenosa”. A su vez, sostuvo que es muy importante “no generar más daño” en la zona de la mordedura. “No hay que colocar nada sobre la herida, ni cortarla, ni chupar el veneno”, aclaró.

Además, luego de la consulta médica con especialistas dijo que hay que estar muy atentos “al paciente, si tiene escalofríos, sudoración o dolor de panza porque “son síntomas asociados a una picadura que ayuda a pensar en la gravedad de la mordedura”.