Jueves 25 de abril de 2024
07 JAN 2023 - 21:03 | Sociedad

Juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa: cómo se vive en Dolores el caso que concentra la atención del país

Ofrecimientos de casas y autos para que los padres puedan disponer libremente. Rutinas alterados. La postal de una ciudad conmovida.

Silvino y Graciela saliendo del Palacio de Tribunales tras la finalización de un día de audiencia.

Dolores es un pueblo tranquilo. Sus 35 mil habitantes se conocen todos y aprecian la paz que se vive en sus calles.

Cada tanto, la rutina se ve sacudida como parte de la actividad judicial, una de las más importantes en la economía local. Porque desde 1853 es cabecera de un departamento que en la actualidad abarca 14 distritos, incluyendo La Costa, Pinamar y Villa Gesell. Que es en donde en verano se producen los casos más resonantes.

En enero, al ritmo de la feria judicial, la ciudad suele quedar vacía. Pero en este 2023 recién estrenado las cosas son diferentes.  El juicio por el asesinato de 
Fernando Báez Sosa ha trastocado la rutina habitual.

Silvino Sosa dice a Entrelineas que él se siente dolorense, como una forma de expresar reconocimiento a la recepción que la ciudad les ofreció a él y a su esposa Graciela. "Me ofrecieron casas, autos, motos" como para poder hacer más llevadera la situación de tener que estar todo el mes en las audiencias en las que se ventila la forma en que murió su hijo y se busca establecer las responsabilidades de los ocho imputados.

La vida pueblerina está alterada por la presencia de periodistas,  abogados y familiares de los acusados que alquilaron hoteles y viviendas para pasar el caluroso enero local al ritmo de las audiencias que se inician después de las 9 de la mañana y se suelen extender hasta bien entrada la tarde. 

La calle de Tribunales es una de las céntricas, a apenas 100 metros de la plaza principal.  Las vallas complican el tránsito de gente acostumbrada a hacer en auto incluso unas pocas cuadras. Pero las protestas son para adentro, porque para afuera la gente ofrece lo que tiene. Incluso acelga y remolachas de una huerta, como le indicaron a una colega que usaron de intermediaria para llegar a la familia Báez Sosa. 

Los comercios cercanos cambiaron su rutina y no cierran a la hora de la siesta, sagrada como en todo el interior de la república. 

Después de una semana, Dolores -que supo albergar casos famosos, desde Martin Fierro a Cabezas, desde Juan Moreira a la Banda de los Seguros- vuelve a su rutina de fines de semana calurosos y espera al lunes para seguir acompañando a los padres del pibe que fue a pasar unas vacaciones a la costa y fue brutalmente asesinado a la salida de un boliche.