Sábado 27 de abril de 2024
05 DEC 2023 - 10:21 | Sociedad
Efemérides

Día Nacional del Ciclista: por qué se festeja el 5 de diciembre en Argentina

La fecha se instituyó en 1981, cuando un reconocido competidor mendocino repitió, a sus 70 años, un particular desafío que había logrado cuando tenía 32.

El costero Lucas Vilar, que este año compitió en los Juegos Panamericanos, es uno de los ciclistas argentinos más importantes de la actualidad.

Casi como una apuesta a su resistencia o como si fuera un desafío personal, Remigio Saavedra se propuso en 1943, un 13 de noviembre, que ir de Mendoza a Buenos Aires en bicicleta sin parar, era posible. El mendocino tenía 32 años, aunque ya desde su adolescencia estaba radicado en la Capital Federal. 

Aquel 13 de noviembre de 1943 Remigio recorrió el trayecto en bici de Mendoza hasta la avenida Panamericana y General Paz, en la entrada a la Capital Federal, atrás de un auto acondicionado con una pantalla para que le cortara el viento. Eso en una competencia está prohibido y se considera una infracción. Pero Remigio lo hizo para demostrar su aguante y logró llegar con una bicicleta con un enorme piñón de 92 dientes, en 17 horas, 55 minutos y 3 segundos.

Saavedra era el quinto de 10 hermanos y desde su infancia siempre quiso seguir los pasos, o mejor dicho el pedaleo de su hermano Cosme Saavedra. Ese anhelo lo llevó a ganar numerosas carreras de ciclismo, como la Doble Chivilcoy, la Buenos Aires-Mar del Plata, la Buenos Aires-Rosario, la Doble Junín, la Doble Pergamino, la Doble Cañuelas, la Doble Campana y la Doble La Plata, entre otras.

El 5 de diciembre de 1981, es decir, 38 años después, realizó nuevamente el raid de ir en bicicleta de Mendoza hasta la Capital Federal. En honor de aquella epopeya y a la enorme trayectoria de Remigio Saavedra, esa fecha fue declarada Día Nacional del Ciclista en Argentina, según consigna un artículo periodístico del Diario Uno.

En 1981, cuando ya tenía 70 años, Don Remigio lo intentaría de nuevo cubrir el trayecto Mendoza-Buenos Aires. “Utilizó una bicicleta Pinarello y el mismo plato de 1943, esto le daba un desarrollo de 12 metros por pedaleada…”, contaron Santiago Pizarro y Rodolfo Mikkan en el libro Pedaleando. Como en 1943, también se acondicionó un auto con una pantalla, esta vez de acrílico transparente, para que le cortara el viento.

Saavedra salió de Mendoza a las 2:10 del 5 de diciembre para llegar a Buenos Aires 18 horas y 45 minutos después, a las 21:55. A pesar de su cansancio siguió hasta el velódromo porteño, ubicado en Palermo, en donde lo esperaba una multitud. Allí tomó el micrófono y dijo: “Les pido perdón por haber llegado un poco tarde”. Y contó que “por momentos me acalambré y tuvo que bajarme para que me masajearan, pero no podía achicarme con tanta gente alentándome”.