Pinamar y Mar del Plata, entre las ciudades con la nafta más cara por tasas municipales
Varios municipios bonaerenses avanzaron con tasas municipales sobre la venta de combustibles que se trasladan al precio final en el surtidor. En la Costa Atlántica, Pinamar y Mar del Plata figuran entre los distritos con los recargos más altos.

En Pinamar, la tasa municipal sobre los combustibles alcanza el 3%, uno de los porcentajes más elevados de la provincia de Buenos Aires.
El precio de la nafta volvió a quedar en el centro de la escena en la provincia de Buenos Aires. A los aumentos definidos por las petroleras y la elevada carga impositiva nacional, se suma ahora el impacto de tasas municipales que aplican distintos municipios, un esquema que ubica a Pinamar y Mar del Plata entre las ciudades con la nafta más cara del territorio bonaerense.
Según un relevamiento reciente, varios distritos avanzaron con la aplicación de tributos locales sobre la venta de combustibles, que se cobran a las estaciones de servicio pero terminan trasladándose de manera directa al consumidor. En la mayoría de los casos, se trata de recargos que oscilan entre el 2% y el 3% sobre el valor de cada litro de nafta, gasoil o GNC.
Pinamar: una de las tasas más altas de la provincia
En Pinamar, la tasa municipal sobre los combustibles alcanza el 3%, uno de los porcentajes más elevados de la provincia de Buenos Aires. El recargo ya se encuentra vigente y se aplica en todas las cargas realizadas en las estaciones de servicio del distrito.
El impacto se siente con mayor fuerza durante la temporada turística, cuando el parque automotor se multiplica y el consumo de combustible aumenta de manera significativa. En ese contexto, tanto residentes como turistas terminan afrontando un precio final más alto en el surtidor.
Mar del Plata: la tasa se mantiene y también impacta en el precio
En Mar del Plata, cabecera del partido de General Pueyrredon, también rige una tasa municipal cercana al 3% sobre la venta de combustibles. El municipio decidió sostener este esquema, que ya forma parte del precio que pagan los automovilistas cada vez que cargan nafta o gasoil.
Por el volumen de tránsito y consumo que registra la ciudad durante todo el año —y especialmente en verano—, el impacto agregado del recargo es considerable y se convierte en un factor más dentro del costo de movilidad y logística.
Cómo impactan las tasas en el surtidor
Aunque el porcentaje pueda parecer reducido, un recargo del 2% o 3% representa varios pesos adicionales por litro, especialmente en cargas completas. En ciudades turísticas, donde el consumo diario es alto, el efecto se multiplica y genera diferencias de precios frente a municipios que no aplican este tipo de tributos.
Mientras más distritos bonaerenses evalúan o sostienen estas tasas como herramienta de recaudación, el mapa provincial muestra una creciente desigualdad en el precio de los combustibles, con Pinamar y Mar del Plata entre los casos más representativos de la Costa Atlántica.











