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25 AUG 2020 - 09:30 | Culturas
Evocaciones

Barbara Hepworth: quién es la mujer que Google homenajea hoy en su doodle

La escultura inglesa, conocida por su técnica de la talla directa, radicaba hace 81 años su estudio en St. Ives, Inglaterra, desde donde se convirtió en una de las revelaciones más importantes de la escultura de su generación.

Hepworth realizó más de 600 esculturas. “No puedes mirar una escultura si vas a permanecer rígido, debes caminar alrededor de ella, inclinarte sobre ella, tocarla y alejarte de ella”, decía.

Jocelyn Barbara Hepworth nació el 10 de enero de 1903 en la ciudad inglesa de Wakefield. Fue la hija mayor de Herbert, un ingeniero civil que en 1921 se convirtió en inspector del condado, y de Gertrude. De niña disfrutaba en los viajes en coche que realizaba su padre por la campiña inglesa debido a su trabajo y, como luego reconocería, el contacto con la naturaleza y los paisajes la marcó profundamente su vocación y el estilo de su obra.

En la escuela secundaria la le impactó una clase de arte egipcio que recibió y que le hizo optar por el arte y, concretamente, por la escultura. Al graduarse se matriculó en la Escuela de Arte de Leeds, donde conoció a Henry Moore, compañero de estudios con quien fraguó una gran amistad, y a veces también, una rivalidad profesional.

Entre 1921 y 1924 Hepworth se especializó en escultura en el Colegio Real de Arte de Londres. A pesar de su juventud, junto a Moore y otros estudiantes del colegio, realizó viajes ocasionales a París, donde se empapó de las tendencias de la época. Barbara obtuvo su diploma de Arte en el verano de 1923, pero decidió quedarse un año más para competir por el Prix de Roma, en el que John Skeaping, con quien se casaría en 1925, resulta ganador.

Barbara obtuvo una beca de un año en el extranjero y viajó a Italia, donde pasó los primeros meses estudiando arte y arquitectura romana y del Renacimiento. Hepworth aprendió a tallar mármol con el maestro Giovanni Ardini. Sin embargo, regresó a Londres un año después debido a la mala salud de Skeaping.

Las exposiciones conjuntas de la pareja empezaron a ser habituales y los coleccionistas comenzaron a adquirir sus obras. Pero en 1931 conoció al pintor Ben Nicholson, de quien se enamoró y con quien tuvo trillizos tras divorciarse de su primer marido, según el artículo escrito por Alberto López para El País de España.

Hepworth y Nicholson fueron miembros claves en el movimiento de arte abstracto inglés de la década de los años 30. Ambos revelaron su movimiento hacia el arte abstracto en exposiciones conjuntas que realizaron tanto en 1932 como en 1933, y donde Hepworth comenzó a experimentar con collages, fotogramas y grabados. Trabajaron los materiales tradicionales de manera clásica en un primer momento, para hacerlo de manera innovadora después, sobre todo la madera y la piedra. La progresión de su obra se caracteriza por los espacios huecos que introdujeron dentro de las esculturas. Para ellos, las propiedades naturales del material debían dar forma definitivamente a la obra.

Ella misma decía que “cada escultura debe ser tocada, es parte de la forma de hacerla y es realmente nuestra primera sensación, es el sentido del tacto, el primero que tenemos cuando nacemos. Creo que cada persona que mire una escultura debe utilizar su propio cuerpo. No puedes mirar una escultura si vas a permanecer rígido, debes caminar alrededor de ella, inclinarte sobre ella, tocarla y alejarte de ella”.

La mayoría de las obras de Barbara Hepworth adquiere un sentido voluble, en el que, a pesar de sus sencillas formas, el hueco que contiene se convierte en el pulmón de la escultura. Es lo que se conoce como talla directa, una técnica por la cual el proceso de escultura está influenciado por las cualidades de las materias primas más que por un modelo preconcebido de la obra.

El 25 de agosto de 1939, el matrimonio Nicholson-Hepworth y sus trillizos llegaron a St. Ives, una ciudad costera al sur de Inglaterra, donde se establecieron antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Allí estableció su estudio, donde continuó su carrera hasta su fallecimiento en 1975. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial Barbara se convirtió, junto a su colega y amigo Henry Moore, en una de las revelaciones más importantes de la escultura de su generación, y sus obras, con los años, fueron alcanzando mayor tamaño; por ejemplo, el monumento a Dag Hammarskjöld (1964) en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos), que es una de sus esculturas más reconocidas.

Hepworth fue galardonada con el Gran Premio de la Bienal de São Paulo de 1959 y recibió dos títulos honoríficos: Insignia de Comendador del Imperio Británico (1958) y Dama del Imperio Británico (1965). Su trabajo continuó exhibiéndose por Europa siempre con gran éxito de crítica. También se le concedió el Premio a la Libertad de St. Ives en 1968 como reconocimiento a su importancia para la ciudad.

Barbara Hepworth murió allí, en St. Ives, el 20 de mayo de 1975, después de una larga batalla contra el cáncer y en un incendio en su casa. Tenía 72 años. Su estudio se convirtió en 1976 en el Museo Barbara Hepworth y en la actualidad su obra está incluida en numerosas colecciones públicas y privadas de todo el mundo, entre las que se encuentran el Deutsche Bank y el Centro de Arte Británico de Yale.

Homenaje a Barbara Hepworth