Una vez más estará en Dolores el Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, dependendiente del Miniserio de Justicia y Derechos Humanos. A partir de una gestión realizada por los concejales del Frente Para la Victoria, Víctor Casanovas y German Castellá, desde el 20 al 24 de octubre todos aquellos que tengan armas de fuego podrán hacer la entrega voluntaria ante los representantes del plan en el Centro de Acceso a la Justicia, en Buenos Aires 299, de 8 a 16.
“El modelo de desarrollo social del FpV prevé un trabajo intensivo en la cartera de seguridad y la llegada por tercer año consecutivo del programa de desarme, no es casual. En lo que va de las visitas hechas por el programa, se entregaron, procesaron y destruyeron alrededor de 300 armas en nuestra ciudad; lo que hace a la seguridad del vecino al reducirse las posibilidades de existir hechos que involucren armas de fuego”, explicó el concejal Víctor Casanovas.
La propuesta, consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo económico de acuerdo de tipo de arma o munición. “Este plan entró en vigencia en 2007 mediante la Ley 26.216. Su objetivo es reducir el circulante de armas en manos de civiles, disminuir el número de accidentes y hechos de violencia provocados por el uso de armas y promover una cultura de no violencia y resolución pacífica de conflictos que desaliente la tenencia de armas de fuego”, agregó Castellá.
En la Argentina hay 1.240.000 armas legalmente registradas y otros tantos sobre las que no se tienen datos. En la primera etapa del programa se recibieron hasta diciembre de 2009 en todo el país 107.764 armas de fuego y 774.679 municiones. La entrega es completamente anónima, no se exigirá la presentación de documento de identidad alguno, ni para la entrega del arma ni para el cobro del cheque.
Se recibirán armas de todo tipo pero no se entregará incentivo por armas de fabricación casera, ni repuestos o partes de armas.
Las armas deben transportarse descargadas, en sus fundas, en bolsos envoltorio o cajas disimulando el contenido y separadas de la munición.
Una vez entregadas, las armas serán inmediatamente inutilizadas por personal especializado después de destruirlas.