En Castelli se hizo sentir la opinión respecto a la nueva obra que encara el gobierno municipal dolorense junto a la Provincia: la cárcel en Sevigné. El intendente de Castelli, Francisco Echarren, encabezó las criticas manifestando a través de las redes sociales su preocupación por la modificación del "entorno social" en los alrededores de las cárceles.
"Estoy muy preocupado por Castelli y tambien por Dolores. Me entere que van a construir una nueva Carcel en Sevigne. Esta mas que probado, según innumerables estudios sociales, que donde se instala una carcel se modifica el entorno social y Sevigné nos queda demasiado cerca", publicó Echarren en su cuenta personal de Facebook. Los vecinos se sumaron a la idea compartiendo y respaldando al mandatario local.
"Es un problema", afirmó en relación al proyecto de Sevigné y propuso en lugar de ello, "poner fábricas si es por trabajo". "Nuestros hijos y nietos mereces que los cuidemos...pero de verdad", así cerraba su mensaje el jefe comunal de Castelli.
La obra, que planea estar finiquitada en el plazo de dos años y medio, pretende descomprimir la población del penal de Dolores dando alojamiento a cerca de 300 convictos. No obstante, la Unidad 6 seguirá con su normal funcionamiento y el nuevo espacio se complementaría con el objetivo de atenuar la superpoblación.
El Gobierno de Dolores cedió 55 héctareas en la localidad de Sevigné para la edificación de la cárcel. Pues bien, la polémica surge por la ubicación que tendrá la infraestructura: a 13 kilómetros del centro urbano de Castelli y a 16 del de Dolores.