El costero Alejandro Scomparín se propuso un desafío sin precedentes: correr 280 kilómetros de las Islas Malvinas para rendir homenaje a los caídos durante el conflicto bélico de 1982 y para mandar un mensaje de paz y diálogo.
Alejandro Scomparin, quien fue arbitro del ascenso y actualmente es director de Relaciones Institucionales de la UTN, siempre sintió pasión por Malvinas y fue justamente hablando con un veterano cuando surgió la idea de "unir a las Islas" en un recorrido de seis días que hará escala en los puntos más significativos por lo acontecido durante el combate. La travesía enlazará el último día a los cementerios argentino de Darwin y al británico.
La ultra maratón será el 11 de diciembre y él ya está preparánose para la hazaña con entrenamiento duro y una dieta estricta. "Salgo a correr seis veces a la semana. Voy cuatro veces pileta, dos a bicicleta y los sábados y domingos hago el doble. Entreno en casa también, le saco algo de tiempo a la familia, al ocio y al sueño. Un día cualquiera para mí es que suene el despertador a las 5, correr hasta las 6, volver a casa a las 7, acompañar a Paula (su esposa) a la parada del colectivo quince minutos más tarde y después trabajar desde casa hasta que voy a la oficina a las 14", pormenorizó el corredor aficionado en una nota para el diario La Nación.
En cuanto a la dieta, detalló al periódico: "La alimentación es fundamental. Como pastas sin gluten porque dan energía. Como siempre lo mismo. Desayuno liviano porque salgo a entrenar. A veces tomo una lata de suplemento alimenticio, después almuerzo ensalada con pollo u otra proteína de lunes a viernes. A media tarde, turrones, fruta o algo sin harina. A la noche, pescado, siempre pescado. Los fines de semana consumo mucho hidrato de carbono sin gluten: los viernes por la noche ceno arroz con atún, el sábado al mediodía pastas, el sábado a la noche pastas, el domingo al mediodía pastas. También mucha banana, mucha manzana, mucho limón".
Hacia el final de la nota, el deportista recalcaba que no se trata de una acción política sino que "es un desafío personal para rendir homenaje a seres humanos que perdieron la vida en el conflicto y a muchos otros que después fueron ignorados por la sociedad".