Jueves 17 de julio de 2025
17 JUL 2025 - 12:13 | Sociedad
Informe

El boom de las peñas folklóricas en Dolores: qué hay detrás del auge que cada vez convoca más jóvenes

Chacareras, zambas y guitarreadas reúnen multitudes cada fin de semana. Las peñas folklóricas viven un verdadero renacer en Dolores, con jóvenes protagonistas y formas distintas de celebrar la identidad argentina. Referentes del fenómeno lo analizan para ENTRELINEAS.info.

El fin de semana pasado, el Club Sarmiento fue sede de una peña folklórica organizada por Bombo Legüero. (Foto: Marcelo Melín)

Se realizan generalmente en clubes y pueden congregar hasta 600 personas de diferentes franjas etarias. No tienen una frecuencia fija pero últimamente casi no hay fin de semana sin que se anuncie una. El fenómeno de las peñas folklóricas está explotando en Dolores y removiendo el ambiente festivalero que tiene su epicentro en marzo, en la tradicional Fiesta Nacional de la Guitarra. 

Marcos Perlán es director del ballet Bombo Legüero y considera que el auge de las peñas se viene dando desde hace unos dos años y que en los últimos meses prácticamente todos los fines de semana se están llevando a cabo en diversos clubes. El impulso viene de la mano de los bailarines pero no sólo de “los que saben”, sino también de los entusiastas que se animan a revolear pañuelos.

Perlán señaló que esto se refleja en la gran cantidad de personas que se anotan en los diferentes talleres de folklore que se dictan en la ciudad con una finalidad recreativa. A raíz de esto, las agrupaciones que tienen ballets folklóricos pasaron de solamente mostrar su arte en algún teatro o espectáculo organizado a abrirse a esta alternativa que hace que cualquiera se sume a la ronda y disfrute de moverse al ritmo de una zamba o una chacarera. 

Esto es como propio de Dolores, porque en la zona no hay”, dijo y remarcó la cantidad de personas de la Región que llega a esta ciudad para participar en ellas. Para la gente que se anota en un taller o se mete en la ronda mientras suena una chacarera, “esto es algo pendiente y se contagian de  ver a los otros bailar, ver que no hay que ser técnicamente ejemplar para divertirse. Es como que hay algo adentro que florece”. 

Marcelo Melín, integrante del grupo MAJUMA que lleva más de 20 años cantando en la Región, destacó esta movida que “motorizan los ballets trabajando en conjunto”, algo que consideró fundamental “por el mensaje de unión que dan y por la posibilidad de participación que ofrecen a otros artistas que casi no tenían espacio”.

Melín sostuvo que hay “un resurgir del folklore, mucha juventud volcada al folklore”, que viene a revertir un fenómeno que se dio a partir de la pandemia, cuando “los músicos se volcaron a lo alegre, a la cumbia, y muchos de los que hacíamos folklore tuvimos que rearmarnos y nos quedamos sin primeras guitarras que hicieran punteos”. 

Melín cree que el folklore ha ido teniendo sus altibajos, con subidas que “muchas veces va de la mano de que haya grandes referentes nacionales, como cuando salió Soledad o Los Nocheros o El Chaqueño”, aunque reconoció que hoy no hay nuevas figuras de esa magnitud.

En eso coincidió con Perlán, quien entiende que este auge que se viene dando, al menos en el interior del país, “es una excusa para poder salir de la tristeza, del desánimo, del individualismo”. Frente a esto, hay todo un símbolo: la ronda que congrega a los bailarines en una danza conjunta que sirve para recuperar la alegría.